A PESAR DE TODOOSVALDO L. MOTTESI Texto: Habacuc 3:17-19 (NVI)
Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; 18 aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador 19 El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas. 1. Si hubiera que dar un nombre especial al libro de Habacuc, yo lo llamaría “a pesar de todo”. A pesar de todo, porque Habacuc, considerado por algunos el último de los profetas menores, es el profeta mayor de la esperanza. Por eso, en esta hora de confusión y desorientación, bancarrotas y desesperanzas, Habacuc trae una palabra gloriosa de bendición para el pueblo de Dios.
2. Habacuc vivió en una época sumamente crítica de la historia de Israel. El pueblo de Dios había sido continuamente invadido y dominado. Primero por los asirios y en la época del libro por el imperio de los paganos babilonios o caldeos. Esto no era solo una crisis política y económica, sino una tragedia cultural, religiosa, moral y espiritual. Los aplastaban los poderosos. ¡Son un viento que a su paso arrasa todo; su pecado es hacer de su fuerza un dios! (1:11). Era un tiempo muy difícil para Israel. 3. Habacuc es el único profeta que eleva su queja no al pueblo, sino a Dios. Como antes lo hiciera Job, Habacuc cuestiona al mismo Dios. ¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Porqué me haces presenciar calamidades? ¿Porqué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas. Por lo tanto, se entorpece la ley y no se da curso a la justicia. El impío acosa al justo y las sentencias que se dictan son injustas (1: 2-4). ¡Pareciera que Habacuc fuera un profeta del siglo XXI! 4. Hoy estamos viviendo una verdadera catástrofe moral y religiosa, política y económica en todos los niveles y geografías de nuestra sociedad. a) Las idolatrías del sexo y la droga, la riqueza y el poder, las gangas y la prostitución multisexual están al orden del día. b) Es más atractivo tatuarse la piel que educar la mente. Reemplazar el devocional por el gimnasio. Cambiar las disciplinas de desarrollo y crecimiento espiritual, por los tratamientos de belleza. Es el predominio de la apariencia sobre la realidad; lo exterior sobre lo interior; el consumo por el servicio; la estética sobre la ética. c) El reguetón -gimnástico y glosolálico- conquista a los jóvenes, mientras muere la poesía, verdadera música del alma, original creación de adolescentes y jóvenes bohemios y enamorados. d) La corrupción del liderazgo y las instituciones de todo tipo, incluidas las religiosas, es parte del escenario cotidiano. e) Odio y violencia, mentira e injusticia se multiplican a nuestro alrededor. Mafias del narcotráfico, presuntas guerrillas profesionales liberadoras, y asesinos a sueldo infectan de inseguridad nuestros países. f) Hemos vuelto a la barbarie de las guerras religiosas. Iglesias transformadas en depósitos de armas. Mezquitas convertidas en cuarteles de guerra. Ministros religiosos bendiciendo ejércitos. Países autodenominados “cristianos” decidiendo ir a “una guerra justa por la paz mundial”. Etnias y culturas quemando biblias y coranes, templos y gente en el nombre de Dios. Son “las cruzadas del siglo XXI”, es decir, destruyendo la vida en nombre de Quien la creó. ¿Qué es en realidad todo esto? Simplemente, la locura mayor de nuestro tiempo. 5. Como Habacuc en el pasado, hoy los cristianos/as fieles nos sentimos abrumados por el avance de la maldad en el mundo. Como Habacuc nos quejamos, porque parecería que la mentira prevalecerá sobre la verdad; que la corrupción vencerá a la integridad; que el odio va a triunfar sobre el amor. Hoy vivimos la agonía espiritual del avance del mal y la aparente inactividad de Dios. Pareciera cumplirse o repetirse una vez más el drama que canta y pinta el tango Cambalache del poeta Discépolo cuando dice: “y herida por un sable sin remaches veo llorar la Biblia junto a un bandoneón”. 6. Pero la respuesta que el Señor dio a protesta indignada de Habacuc es también respuesta para nosotras y nosotros, su pueblo hoy: ¡Miren a las naciones! ¡Contémplenlas y quédense asombrados! Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique (1:5). ●La Palabra de Dios nos enseña que a pesar de todos los conflictos y corrupciones, pruebas y calamidades de hoy, el triunfo estuvo, está y estará siempre en las manos del Señor. Por eso, el profeta Habacuc nos entrega cuatro afirmaciones proféticas para renovar nuestra esperanza. I. La primera es que: A PESAR DE TODO, DIOS ESTÁ EN CONTROL DE TODO. “En cambio, el Señor está en su santo templo; ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!” 2:20 A. Este es un versículo mal usado en nuestras congregaciones. Para lograr un silencio reverente en los santuarios. Su mensajeo original y permanente es otro muy superior. B. Dios está en control de todo, desde el trono del santo templo del universo. ● Los 24 ancianos adoran al Dios creador: “Digno eres Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, por tu voluntad existen y fueron creadas”. (Ap 4:11). ●Toda la creación canta al Dios redentor: Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación que cantaban: Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la gloria, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (Ap 5: 13). C. Si Dios es amor, ¿por qué continuamos sufriendo? Oscar Cullmann, un gran teólogo cristiano del siglo XX, explicó magistralmente a la Europa de la última posguerra, porqué hoy, después de la victoria de la Cruz y la Resurrección de JesuCristo, persevera el mal en múltiples y continuas manifestaciones. Lo hizo recordando cómo los soldados alemanes, ya vencidos en la Segunda Guerra Mundial, arrasaban en su huida desesperada todo lo que encontraban a su paso. Estaban definitiva y oficialmente, total e irreversiblemente vencidos, pero seguían -en su rabiosa derrota sin remedio- destruyendo todo lo que encontraban. Lo mismo ocurre hoy con Satanás, el vencido sin remedio. En su rabiosa retirada, intenta destruirlo todo, pero en realidad Dios estuvo, está y estará en control de todo. II. La segunda afirmación profética para hoy y siempre, es que: A PESAR DE TODO, DIOS CUMPLIRÁ SUS PROPÓSITOS ●Después de la segunda queja de Habacuc: “Y el Señor me respondió: Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”. (2: 2-3). A. Cada promesa de Dios se cumplió, se cumple y se cumplirá: “Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?” (Nm 23:19). B. Todas las promesas aún por cumplirse desafían nuestra fe y alimentan nuestra esperanza. El escritor a los Hebreos: “Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa”. (Heb 10:23). C. Nuestro mayor pecado es perder la esperanza. Hay una gran diferencia entre desesperación y desesperanza. Los cristianos/as podemos llegar a la desesperación y actuar con desesperación, pero jamás debemos caer en la desesperanza. ¡No podemos bajar los brazos! ¡Somos hijos/as de la esperanza! III. La tercera verdad es que: A PESAR DE TODO, DIOS DA VIDA A LOS JUSTOS Y A LAS JUSTAS “El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe”. (2:4). A. Esta exclamación de Habacuc y la experiencia de Abram (Gen 15:6) son la base de nuestra salvación por la fe “Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a él como justo”. B. Esta exclamación de Habacuc se repite por lo menos 3 veces en el NT: Ro 1:17: De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe»; Gá 3:11: es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque «el justo vivirá por la fe». y Heb 10:38: «el que ha de venir vendrá, y no tardará, pero mi justo vivirá por la fe. ¡Es la justificación por la fe! C. Como en tiempos de Habacuc, hoy los justos y justas viven la vida abundante de Dios, a través de la fe en NSJC. ● El viejo proverbio afirma: “No es rico quien tiene mucho, sino quien disfruta lo que tiene”. ● Facundo Cabral cantaba con sabiduría: “Pobrecito mi patrón, cree que el pobre soy yo”. La riqueza real es lo que somos por la gracia de Dios, no lo que tenemos. Nadie puede ni podrá quitarnos jamás el tesoro de la vida de Dios. Pablo: ¡En JesuCristo somos más que vencedores y vencedoras! IV. La cuarta afirmación profética es que: A PESAR DE TODO, DIOS LLENARÁ LA TIERRA DE SU GLORIA “Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del Señor”. (2:14). A. La historia de la humanidad es la historia de tronos humanos. Es la historia del surgimiento, desarrollo, declive y desaparición de los imperios. ¿Dónde están hoy Asiria, Babilonia, Roma y tantos, tantos otros imperios? ¿Dónde está su influencia hoy? ¿Dónde están sus líderes? Son sólo temas para estudiar. Son sólo libros. Papel y tinta. Nada más. B. La historia de la salvación es gestada desde el trono de Dios. Esta culminará con la gloria del Señor impactando toda la creación. ● En el penúltimo capítulo de la Biblia: Visión del Jubileo Eterno de Dios. Culminación del proyecto redentor del Reino de Dios que se inicia con Abraham y culmina en JC, Rey de Reyes: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: ¡Aquí entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir. (RVR60: pasaron). El que estaba sentado en el trono dijo: ¡Yo hago nuevas todas las cosas! Y añadió: Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza” (Ap 21: 1-5). C. La historia de la salvación, historia gestada desde el trono de Dios, avanza hacia su culminación. Testimonio de esto son las lluvias tardías profetizadas por Joel: Alégrense hijos de Sión, regocíjense en el Señor su Dios, que a su tiempo les dará las lluvias de otoño. Les enviará la lluvia; la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados 2:23) Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas. En el cielo y en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. Y todo el que invoque el nombre del Señor escapará con vida (RVR60: será salvo), porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor”. (Joel 2: 28-32). D. Algunos de nosotros hemos ministrado por décadas en tiempos de siembra. Otros, por razones generacionales, lo han hecho siempre en tiempos de cosecha. Son las cosechas tardías profetizadas por Joel. Dios tiene un tiempo para cada promesa suya. Demos gracias a Dios por este tiempo que hoy vivimos, porque también está en Sus manos. ¡Gocémonos en todo! CONCLUSIÓN 1. El libro comienza con una queja, en medio de la oscuridad del pecado, pero termina con una exclamación gozosa y esperanzada, en la luz de la gloria de Dios: “Aunque la higuera no de renuevos, ni haya frutos en las vides, aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aún así , a pesar de todo, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios mi libertador! El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas”. (3: 17-19). 2. Por eso nuestro testimonio gozoso y esperanzado debe ser hoy: Aunque enfrentemos problemas personales o luchas familiares; aunque crezca la inseguridad y hasta nos falte el trabajo; aunque nuestros líderes fallen y nos sintamos desamparados; aunque enfrentemos la más dura crisis de la historia mundial; aún así, a pesar de todo, nos alegraremos y confiaremos, porque Dios es, sigue y seguirá siendo amor. 3. ¡Sacúdete y da un paso hacia arriba! (1). Había una vez un viejo granjero, con un viejo perro, en una vieja granja. Todo era viejo en aquel lugar. Llegó una época de gran sequía. Buscando agua para beber, aquel perro se subió al borde de un aljibe, un viejo pozo de agua, que ya estaba inservible. Tuvo tanta mala suerte, que se cayó a su profundo fondo. Desde allí, desesperado, aquel perro empezó a ladrar pidiendo auxilio. El granjero llegó corriendo y comprendió la situación. Él amaba mucho a su perro y se compadeció de su viejo amigo, pero decidió que no valía la pena salvar ni al animal ni aquel viejo pozo. Así que planeó enterrar al viejo perro en el pozo, para terminar con su sufrimiento. (2). El granjero comenzó a palear tierra dentro del pozo. El perro, al comenzar a recibir la tierra que lo enterraba, se puso histérico. ¡No podía creer lo que su amo estaba haciendo! Pero a medida que el hombre seguía paleando y la tierra golpeaba en su lomo se le ocurrió algo. Comprendió que, cada vez que una palada de tierra caía sobre su cuerpo, podía sacudírsela y, así, lograr dar un paso hacia arriba. Comenzó a hacer esto golpe tras golpe de tierra. Y se repetía para darse animo: "¡Sacúdete y da un paso hacia arriba!, ¡Sacúdete y da un paso hacia arriba!”. (3). Los golpes de tierra le castigaban, la situación era muy angustiosa, pero el perro combatía el pánico y se mantenía sacudiéndose la tierra y subiendo poco a poco. Al rato, estropeado y sucio, agotado y magullad -ante la alegría del viejo granjero- el perro saltó ¡vivito y coleando! sobre el muro del aljibe. ¡Volvió a la vida! Aquella tierra que intentaba enterrarlo, sepultarlo, en realidad lo benefició todo debido a la manera en que manejó la adversidad. (4). ¡Normalmente las adversidades que llegan para sepultarnos traen consigo el potencial de bendecirnos! Para ello es necesario enfrentar y responder a nuestros problemas con una actitud positiva, de confianza en las promesas de Dios. ¡Debemos rehusamos a claudicar ante el pánico, la amargura y la autocompasión! porque ¡a pesar de todo, Dios sigue siendo amor! Con fe en ese amor, armados/as de esperanza, nos sacudimos y damos un paso hacia arriba, en todos los pozos en que nos encontramos. Por eso hoy: ¡Sacudámonos y demos un paso hacia arriba! |