ACERCÁNDONOS AL CAMINO MÁS EXCELENTE
10 NotasOSVALDO L. MOTTESIPrimer sermón, de una serie de cuatro titulada: “El camino más excelente” Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. 2 Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. 3 Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.
13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. 1 Corintios 13: 1-3; 13. Introducción1. Hemos decidido emprender una quijotada: intentar hablar -Biblia en mano- acerca del amor. Y ya que mencionamos al Quijote, comenzamos con tres citas de tres grandes de nuestra cultura:
a. La primera, del uruguayo Mario Benedetti: "Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman. Ojalá no fuese conjugación, sino realidad". b. La segunda del español Jacinto Benavente: "Conocemos el verdadero amor no por lo que exige, sino por lo que ofrece". c. Y la tercera del cubano José Martí: “Sólo el amor engendra genuinas melodías”. 2. La psicología apoya a estos tres bardos, y nos enseña que quien no necesita vivir al calor del amor, no es un ser humano normal. La Biblia reitera que nuestra creación ha sido por amor, que nuestra salvación fue lograda por amor, y que hemos sido salvadas, salvados para amar. 3. Cuando hablamos del amor en la vida cristiana, entramos en un terreno aparentemente dificultoso. ¿Porqué? Por dos razones: a. Primera: Influidos, influidas por la naturaleza lírica, para algunos poética de este capítulo 13 de 1ra. Corintios, tendemos erróneamente a pensar el amor en forma abstracta. Pero según Pablo el amor no es una idea; ni siquiera es un factor motivador de la conducta. El amor cristiano es la conducta misma. Es una decisión hecha vivencia. Decisión y vivencia frutos del Espíritu Santo. Para Pablo amor es el camino en el que funcionarán, se expresarán los dones del capítulo 12. b. Segunda: Aún en la Biblia, como veremos de inmediato, existen muy diferentes tipos de sentimientos humanos, denominados todos con la palabra amor. Cada uno enfatiza una dimensión particular de la universalidad del amor. 4. Por razones de tiempo y propósito, nos concentraremos sólo en el Nuevo Testamento para confirmar lo dicho. El idioma griego en el que originalmente se escribió la casi totalidad del NT, es una lengua muy rica. Dispone de una serie de palabras para expresar los diversos matices de un mismo concepto. Así como muchos idiomas disponen de un solo vocablo para expresar toda o casi toda clase de amor, el griego tiene por lo menos cuatro palabras. Pasaremos rápidamente ahora a considerarlas en sus aspectos más importantes, especialmente para nosotras, nosotros hoy. Lo que sigue, a título introductorio de nuestra serie “El camino más excelente”, son solamente 10 notas: 1. El sustantivo griego EROS y el verbo ERAN. a. Estos pueden expresar también la pasión de la ambición, o la intensidad apasionada de un sentimiento patriótico, pero lo hacen en forma eventual. En general, estas palabras están predominantemente relacionadas con el amor que genera la atracción de los sexos. b. El amor eros es creación bendita de Dios. No existe tan sólo para la reproducción de la especie humana. Esto nos diferencia del reino animal. No somos conejos y conejas, sino seres a imagen de nuestro Creador. Eros expresa el goce pleno de la comunión más íntima entre hombre y mujer en el estado santo del matrimonio. Aunque haya sido degenerado por nuestro pecado, es parte de la voluntad creadora de Dios. c. Estas palabras eros y eran, que nos ofrece la lengua griega, no son usadas en el Nuevo Testamento. 2. Otro término griego es el sustantivo STORGE y el verbo STERGEIN. a. Estos tienen que ver especialmente con los afectos familiares. Suelen utilizarse eventualmente para expresar la clase de amor que tiene un pueblo por su gobernante, o el sentimiento de una nación o familia por su dios tutelar, por supuesto, en el entendimiento no bíblico de dios. b. El uso común y regular de estas palabras describe fundamentalmente el amor de padres y madres a hijos e hijas y viceversa. Existe una expresión afín o similar que se encuentra a menudo en los testamentos o legados escritos en griego antes, durante y después de las épocas en que fue escrito el NT. Nos referimos a testamentos dedicados a miembros de la familia. La expresión -común en tales escritos es : “kata philostorgian” que significa: “por el amor que te tengo”. c. Las palabras antes mencionadas: storge y stergein, tampoco se encuentran en el NT. La excepción es el adjetivo afín o similar mencionado, es decir philostergos, que aparece sólo una vez en Ro12:10 -ese gran capítulo que Pablo dedica a la ética cristiana- y que la versión de Reina y Valera traduce en la exhortación “amaos los unos a los otros con amor fraternal…”. Esto es muy significativo, pues destaca que la comunidad cristiana, no es meramente una sociedad o asociación, sino la familia de Dios. 3. Las palabras del idioma griego más comunes para amor son el sustantivo FILÍA y el verbo FILEIN. a. Al contrario de eros o eran y storge o storgein, estos vocablos sí están en el NT. Ambas tienen un sentido de atractivo cálido. Encierran la idea de observar, considerar a la otra persona con afectuoso reconocimiento. Se usan con respecto al amor entre amigos, amigas o entre cónyuges. b. Creemos que la mejor traducción castellana de filein es “apreciar”. Esta incluye el amor físico, pero abarca mucho más. Algunas veces puede significar “besar”. Estos vocablos contienen en sí todo el calor del afecto y el amor humanos. c. En el NT filein se utiliza para referir al amor entre madres y padres por los hijos e hijas. Un caso claro es Mt 10:37: “El que quiere (RVR60: “ama”) a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere (RVR60: “ama”) a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mi”. También se usa para denotar el amor de Jesús a Lázaro y a su discípulo amado Juan. filía y filein son palabras hermosas y ricas para describir relaciones ricas y hermosas. 4. Pero las palabras griegas más comunes o predominantes en el NT para amor y amar son el sustantivo AGAPE y el verbo AGAPAN. Sería muy interesante hacer un análisis histórico de los significados y usos de agape, hasta que esta se constituyera en la palabra clave de la ética del NT. No podemos hacerlo por razones de tiempo y propósito. Sólo destacamos que hasta el ministerio de JesuCristo, agape no era una palabra clásica, es decir, un vocablo con un significado claro, preciso y delimitado. Se la usaba poco y con múltiples sentidos, dentro del ámbito general del afecto positivo. 5. Por otra parte, caeríamos en el error de ciertos intérpretes si afirmáramos que en el NT se usan sólo agape y agapan para expresar el amor cristiano. A veces se utiliza también el verbo filein como, por ejemplo, para indicar la clase de amor de Dios Padre a Dios Hijo (Jn 5:20), o para denotar el amor de Dios a los seres humanos (Jn 16:27), o para expresar la devoción que los seres humanos debemos tener a JesuCristo (1 Co 16:22). Aun así, filein se encuentra relativamente pocas veces en el NT en comparación con agape, que aparece unas 120 veces, y con agapan que se usa en más de 130 ocasiones. Es decir, un total de más de 250 veces ambos vocablos en el NT. 6. ¿Por qué el vocabulario del NT se desentendió de las otras palabras griegas que significan amor y se centró en agape y agapan? Sencillamente, porque las otras palabras habían adquirido ciertos matices que no las hacían adecuadas. a. Eros se asociaba y asocia más con la pasión que con el amor, como ya lo hemos destacado. Storge estaba y está muy vinculada al afecto familiar, faltándole la dimensión universal y plena que el amor cristiano exige. Filía es una palabra excelente, agradable, pero limitada a la calidez, intimidad y afecto a los allegados y allegadas. El amor cristiano se extiende al prójimo, sea amigo, amiga o enemigo, enemiga, y extenderse al mundo entero. b. Además, estas palabras mencionadas expresan emociones naturales. Se refieren y limitan al corazón. Ponen de manifiesto una experiencia que nos toma de improviso, sin buscarlo, inevitablemente. Estamos inclinadas, inclinados a amar a nuestros parientes y amigas, amigos. Enamorarse es algo que nos sucede, que no podemos evitar, para lo cual poco o nada consciente tenemos que hacer. Simplemente sucede. 7. Agape no solo toma el corazón. Se relaciona íntimamente con la voluntad y tiene que ver con la mente. a. No es sólo una emoción espontánea, ajena a lo racional y a volitivo. Es un principio por el cual vivimos deliberadamente. Es una conquista, una victoria, una proeza a cada instante. Es la facultad fruto del Espíritu Santo, de amar lo que no es amable. b. JesuCristo no nos demanda amar a nuestros enemigos y a todos los humanos de la misma manera que amamos a nuestros familiares y amistades. Pero sí nos exige una actitud mental y una inclinación benevolente hacia todos, todas, cualquiera sea su realidad y condición, y la relación o no relación que tengan con nosotros y nosotras. c. Repetimos: Amor no es una idea, ni un factor motivador de conducta. Es una decisión y vivencia frutos del Espíritu Santo. Agape es el camino más excelente. 8. Jerónimo, traductor al latín de La Vulgata, tradujo agape por caritas, es decir “caridad”, en lugar de “amor”. ¿Por qué? a. A fines del siglo IV, el tiempo de Jerónimo, “amor” tenía fuertes connotaciones terrenales y sensuales. Por ello, también en varias versiones castellanas publicadas décadas atrás, incluida la versión de Reina y Valera de 1909, se usa el vocablo “caridad”. b. Desde comienzos del siglo XX, “caridad” comenzó a tener el significado particular del ejercicio de la piedad, o actividades fruto de la piedad. Y esto nada tiene que ver con el significado central de agape. Por ello en las traducciones castellanas más recientes se volvió, acertadamente, a la palabra “amor”. 9. El pasaje bíblico supremo para entender agape es Mateo 5: 43-48, parte crucial del Sermón del Monte. a. Allí JesuCristo nos manda amar a nuestros enemigos y enemigas, para que seamos como Dios, es decir según afirma el v. 45: “… para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos”. b. Agape es benevolencia insuperable, bondad invencible. No es fruto de emoción, sino de convicción. No resulta de circunstancias de la vida, sino que es el resultado de una norma, un patrón fundamental para la vida. Es una “experiencia trinitaria”, pues al realizarse integra corazón, mente y voluntad humanas. 10. Por todo lo anterior, agape, el amor de Dios es, ante todo y por sobre todo, fruto, resultado directo de la unción plena del Espíritu Santo. Y tal unción es obra de Dios por Su Espíritu Santo, quien nos enraíza su agape y nos hace vivir en todo, con todos y para todo en amor. a. El agape tiene su origen en Dios. Según Romanos 5:5: “…porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”. b. El agape es un don del Espíritu Santo. Gálatas 5:22 afirma: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor (del griego agape), alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad”. Concluyendo: 1. ¿Y tú, cómo escribes amor en tu vida? Una maestra de primer grado decidió poner a prueba la ortografía de sus pequeños alumnos y les dio la siguiente tarea: Pasó una hoja en blanco a cada pequeño miembro de la clase y les pidió que escribieran la palabra «amor». No pretendía que lo hicieran de forma excelente, pero quería probar sus habilidades. Al recoger las hojas notó que una de sus alumnas no había escrito nada. Le preguntó el porqué de su página en blanco. La niña se levantó y le dio un abrazo. La maestra sonrió muy alagada, pero le preguntó por qué no había cumplido con su trabajo. Pero la pequeña le respondió: “¡Es que así escribimos amor en mi casa!” ¿Cómo tú “escribes” cada día “amor”? ¿Cómo tú comprendes y vives el verdadero amor? 2. Agustín de Hipona, quienes muchos llaman San Agustín, escribió una vez: “Ama y haz lo que quieras; si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. ¡Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz! ¡Ama y haz lo que quieras! Recuerda: El mejor remedio para todo dolor es amar, amar hasta que nos duela. Que así sea en tu vida. Ese es mi deseo y mi oración. |