Alberto Fernando Roldán,ESCATOLOGÍA. UNA VISIÓN INTEGRAL DESDE AMÉRICA LATINA
HORACIO CERUTTI-GULDBERG
Publicamos con satisfacción esta reseña de Horacio Cerutti-Guldberg, comentando el excelente tratado de escatología del querido amigo y colega Alberto Roldán, que volvió a publicar Ediciones Kairós en 2002, luego de agorarse su anterior edición. Recomendamos esta visión integral desde América Latina. OLM
Alberto Fernando Roldán, Escatología. Una visión integral desde América Latina. (Biblioteca de Teología A.S.I.T.). Buenos Aires, Kairós, 2002, 197 págs. Con retraso, pero inmensa satisfacción, recibí este libro que tuvo la gentileza de traerme el querido amigo y colega Carlos Mondragón. No tengo el gusto de conocer personalmente al autor, con quien hemos intercambiado unos mensajes por mail a propósito de su libro. Apenas lo recibí, hace unos pocos días, lo leí de cabo a rabo casi sin respirar. Y es que el tema me ocupa (y preocupa) desde hace ya muchas décadas (los no tan lejanos años setenta del siglo pasado…). Y cabe reconocer en este texto, no sólo un trabajo meticuloso de búsqueda y análisis, sino un esfuerzo de reflexión crítica y de recuperación cuidadosa de la reflexión propia, gestada entre nosotros en medio de circunstancias siempre conflictivas. Un legado que no puede ser ignorado sin pagar caras las consecuencias de semejante desatino.
Alberto Fernando Roldán conduce a quienes lo leen por ese camino y efectúa aportaciones destacables. Su énfasis en la dimensión histórica nos hace repensar lo que otro querido amigo, el puertorriqueño e historiador de la teología de la liberación, Samuel Silva Gotay destacaba como la “cruz” de los teólogos de la liberación: la dimensión histórica; la dificultad de no abandonar la trascendencia y no minimizar la inmanencia. Roldán insiste, en este contexto, en una propuesta decisiva: la escatología es inicio y no fin de la reflexión teológica. Para ello distingue momentos de su evolución como dimensión disciplinaria; esclarece la relación con la profecía, la apocalíptica y el milenarismo; recupera momentos claves de la escatología en la teología ecuménica latinoamericana y propicia la labor sobre una escatología integral. Resultaría imposible en estas líneas, detenerse a examinar cada uno de estos puntos detalladamente. Con todo, no pueden dejar de consignarse ciertos tópicos de extremada relevancia. Sin ánimo de exhaustividad, anotamos los siguientes.
Después de recuperar, con gran sentido crítico, lo medular de los aportes de Albert Schweitzer, Charles Harold Dodd, Karl Barth, Rudolf Bultmann, Paul Tillich, Oscar Cullmann, Jürgen Moltmann y Wolfhart Pannenberg procede a efectuar las aclaraciones mencionadas y se dedica, después, a recuperar lo reflexionado al respecto por teólogos latinoamericanos, católicos y protestantes. Leonardo Boff, Joao B. Libanio y María Clara l. Bingemer, por un lado, y, por otro, Rubem Alves y José Míguez Bonino. Así queda en las mejores condiciones para examinar las características escatológicas de himnos y cánticos evangélicos, lo cual muestra los enlaces entre teología y liturgia de un modo muy explícito.
Finalmente, defiende una escatología “integral”, la cual permite superar dicotomías, las cuales generan y mantienen gran confusión. Por ejemplo, frente al docetismo, afirma: “Es necesario ir más allá de una mera espiritualización de la esperanza hacia una concepción de la misma que, sin negar aspectos espirituales, afirme también sus rasgos materiales” (p. 167). Lo cual reconduce a la discusión acerca de la encarnación, la resurrección de los cuerpos, etc. Frente al reduccionismo temporal a un futuro siempre pendiente, afirma que “El futuro ya ha comenzado” (p. 170). Frente al esquema dispensacional, señala que Israel y la Iglesia “… de ningún modo deben ser opuestas, como si representaran dos pueblos de Dios con destinos diferentes” (p. 171). Frente a la oposición Iglesia – mundo, indica que “No hay una reconciliación de la Iglesia que no sea un anticipo de la reconciliación de toda la creación” (pp. 172-173). Recupera también los aportes de la teología feminista, la cual cuestiona el dualismo varón-espíritu / mujer-cuerpo- naturaleza. Y destaca la escatología trinitaria, como algo más que una “mera aritmética teológica” (p. 177).
En fin, el texto nos deja con muchos aportes valiosos y con sugerencias y tópicos a repensar en detalle. Todo lo cual se anuda fuertemente con el deseo de recuperar el modo como hemos ido pensando en nuestra propia tradición estos temas. No es un detalle menor el que el autor haya estudiado en el ISEDET de Buenos Aires, lugar donde queridos colegas como José Míguez Bonino y Severino Croatto han dejado una profunda huella, y haya trabajado en Brasil, quizá uno de los veneros más fecundos de la reflexión teológica cristiana en la región.
Horacio Cerutti-Guldberg
(Mendoza, 1950) es un filósofo argentino naturalizado mexicano en 1993. Fue presidente de la Asociación Filosófica de México (1996 y 1998) Fue distinguido en 2006 con el Doctorado honoris causa por la Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú, y en el 2010 con el Doctorado honoris causa por la Universidad de Varsovia. Profesor en la Universidad de Mendoza y en la Universidad Nacional de Salta, Argentina, en la Universidad de Cuenca, Ecuador, y en la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, donde es catedrático en la Facultad de Filosofía y Letras.