EFRAÍN RÍOS MONTT: RÉGIMEN DE BIBLIA Y METRALLETA Una lectura crítica desde la fe cristiana evangélica
HAROLD SEGURA
Jesús afirmó: “… y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31). Por eso publicamos esta “semblanza negativa”, con toda la tristeza que nos produce, para que la verdad histórica nos libere de repetir “en el nombre de Dios” errores de tal magnitud. OLM
Efraín Ríos Montt (1926 - 2018)
Efraín Ríos Montt, ex general retirado del Ejército Guatemalteco, fue presidente de su país entre los años 1982 y 1983. — ¿Tan poco tiempo?, le pregunté hace unos años a un taxista en Ciudad de Guatemala. Yo no recordaba bien cuánto tiempo había estado como presidente de facto, aunque nunca olvidé que en su gobierno se crearon las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) y se perpetraron los peores crímenes y actos de violencia. Poco tiempo bastó para tantas muertes (la eficiencia del mal).
Su régimen ejecutó la llamada política de tierra arrasada sobre poblaciones indígenas a las que acusaba de apoyar a la guerrilla. Un informe de la ONU de 1999 —presentado por la Fiscalía en el proceso contra Ríos Montt— documenta masacres en 500 aldeas, lo que clasifica como «genocidio», y señala que entre 1978 y 1984 ocurrió el 91% de las violaciones de derechos humanos de la guerra (1960-1996), que dejó un total de 200 mil muertos y desaparecidos.
Desde 1978, Ríos Montt perteneció a la Iglesia Verbo, filial de la organización evangélica Gospel Outreach en Guatemala; no solo era un miembro de esa comunidad sino que se le reconocía como Anciano Gobernante, lo que en otras comunidades equivale a un rango pastoral o de liderazgo.
Fue el primer presidente evangélico en América Latina, lo que llenó de orgullo a este movimiento y fomentó su candoroso triunfalismo. En muchas de sus presentaciones televisivas (Discursos del Domingo) aparecía con su traje militar verde exponiendo mensajes moralistas en los que interpretaba la Biblia a su manera, al mismo tiempo que en su país se violaban los derechos humanos. En una de sus exposiciones dominicales afirmó que el buen cristiano se desenvolvía «con la Biblia y la metralleta». El 30 de junio de 1982, por ejemplo, amenazó a sus opositores diciendo:
Óigame bien, guatemalteco, vamos a combatir la subversión por los medios que quieran… totalmente justos, a la vez con energía y rigor…Estamos dispuestos a cambiar Guatemala, estamos dispuestos a que reine la honestad y la justicia, paz y respeto para aquellos que son pacíficos y respetan la ley: prisión y muerte para aquellos que siembran el crimen y la violencia, delitos de traición
Ríos Montt (en el centro) presentando a su cúpula militar el 23 de Marzo 1982
Ríos Montt, después de salir de la presidencia, fundó el Frente Republicano Guatemalteco que condujo a la Presidencia a Alfonso Portillo (2000-2004). Con este partido mantuvo gran parte del control político del Congreso de la República durante varios años y protagonizó muchos de los escándalos de corrupción de esos mismos años. Las continuas denuncias hicieron que el liderazgo de su iglesia le retirara su apoyo institucional, que perdiera popularidad dentro de los fieles y que, según escuché hace varios años, también le retiraran la licencia como Anciano Gobernante.
¡Cuánto me gustaría decir que el ex dictador Ríos Montt no fue evangélico!... pero lo fue, aunque antes de su muerte ya no asistía a las celebraciones litúrgicas de su iglesia y aunque no tenía la acreditación como líder. Fue evangélico, como lo son millones que en América Latina y en el mundo creen con firmeza en la eficacia de la Biblia y la violencia (violencia con la excusa del orden), de la iglesia y la intolerancia, de la fe y el fanatismo. Que no todos creamos así (yo soy un pastor evangélico, por si surgen dudas) no niega que la mayoría sí lo haga.
Ríos Montt, otrora esperanza del movimiento evangélico latinoamericano conservador, hoy es su vergüenza. Ha muerto en la impunidad, acusado de genocidio y otros crímenes.
Harold Segura
es colombiano, pastor y teólogo radicado en Costa Rica. Director de Relaciones Eclesiásticas de World Vision International y autor de varios libros. Anteriormente fue Rector del Seminario Teológico Bautista Internacional de Colombia.