EMPATÍA: PONERNOS EN LOS ZAPATOS DEL OTRO
BERNARDO STAMATEASEl tema es muy complejo y obedece a diversos factores pero, como siempre, compartiéndolo en términos sencillos podríamos decir lo siguiente:
Cada persona no es solo un convocante, sino que construye una relación con el mundo que la rodea. Un elemento fundamental a la hora de relacionarnos con los demás es la empatía. Tener empatía consiste en "captar al otro" y comprender sus sentimientos y motivaciones. Como se dice comúnmente: "Ponerse en los zapatos del otro". La empatía es como un radar que nos permite sintonizar con alguien y armar un vínculo. Comprender y ser comprendido es lo más valioso que nos puede ocurrir. La empatía llama a la empatía. Es decir que, si yo entiendo, me entenderán a mí y podrán ver mi punto de vista. Es posible enseñarles a nuestros hijos a ser empáticos desde pequeños para conectar con los demás como si fueran un espejo. Una de las características principales de los seres humanos es que somos seres gregarios, dependemos de la interacción con el otro. Esta es la razón por la que naturalmente tendemos a ser empáticos. Cuando un bebe sonríe, todos se enternecen; cuando una criatura que está aprendiendo a caminar se cae y se golpea, enseguida alguien la abraza. Es un acto reflejo, pues nacemos con esa capacidad que luego deberemos desarrollar a lo largo de la vida. Ahora bien, sentir lo mismo que siente una persona no significa quedar fusionado con el otro. De modo que, abriré solo una parte de mí mismo para poder ayudar y, a la vez, tomaré distancia para ver qué puedo hacer. Todos necesitamos manejar dos clases de habilidades en nuestras relaciones interpersonales: ● Habilidades técnicas ● Habilidades afectivas El espacio objetivo (el cuerpo) se suma el espacio subjetivo (la psiquis). A veces no es que no tengamos empatía, sino que el espacio para ejercerla no está creado. Existe un recorrido en el vínculo, el cual se desarrolla desde la niñez. Lo cierto es que algunas personas han desarrollado esta habilidad más que otros e interpretan qué hay en los demás que es distinto de ellos, ya sea física, emocional o espiritualmente. Pero, al mismo tiempo, son conscientes de que el otro es "como yo", es decir un ser humano valioso, con capacidades que lo convierten en alguien único e irrepetible. La persona que demuestra empatía no se coloca ni "arriba" ni "debajo" del otro, sino "al lado" del otro. La empatía puede tener lugar en tres niveles diferentes. A saber: 1. Afectivo: Es sentir la alegría o la tristeza de alguien más, imaginando cómo me sentiría yo en la misma situación. 2. Cognitivo: Es comprender lo que comprende el otro. Aquí uno acepta el punto de vista de alguien (aunque no lo comparta) y se introduce en el mundo de sus ideas y pensamientos. 3. Corporal: Es adoptar las posturas físicas y los gestos del otro. La gente por lo general nos evalúa y hace un diagnóstico para saber si puede abrirse y contarnos lo que le sucede de manera segura. Cómo desarrollar empatía: Comparto algunas acciones que pueden ayudarnos a la hora de ser personas empáticas:
A menos empatía, más maldad. A más empatía, más bondad; porque no le haríamos al otro lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Desarrollar la empatía es un signo de salud mental. Bernardo StamateasNació en Buenos Aires. Tiene habilidad para el ajedrez, el clarinete y el saxofón. Obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad Kennedy. Es sexólogo clínico. Pastorea la Iglesia Bautista Ministerio Presencia de Dios, en Buenos Aires. Es un destacado escritor y conferencista nacional e internacional. Sus libros son leídos por todos los sectores de la sociedad. Varios de sus títulos se convirtieron rápidamente en “best sellers” en Argentina.
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