¿ACASO NO SOY YO UNA MUJER? MUJERES NEGRAS Y FEMINISMO
Una introducción a un clásico del feminismo negro y el antirracismo
Osvaldo L. Mottesi Publicamos una brevísima reseña del último libro en castellano de la destacada escritora y líder feminista bell hooks. Esta excelente obra se ha hecho un clásico de la literatura de protesta, frente a las injusticias de nuestro tiempo. Podremos estar o no de acuerdo con todos o algunos de los planteamientos de esta reflexión-manifiesto, publicada originalmente en 1981, pero esta describe realidades sociales aún vigentes. Este alegato, desde la perspectiva personal de marginación sexista y racista de la autora, merecen nuestra atenta lectura reflexiva y una acción comprometida.
“Uno de los veinte libros escritos por mujeres, más influyentes de los últimos 20 años” (Publishers Weekly)
En ¿Acaso no soy yo una mujer? hooks explora varios temas claves como: 1) el impacto histórico del sexismo y el racismo en las mujeres negras; 2) los roles de los medios de comunicación y del sistema educativo en la representación de la mujer negra; 3) la idea de un patriarcado capitalista-supremacista blanco, y 4) el desprecio por cuestiones de raza y clase dentro del feminismo. hooks insiste en que las luchas por poner fin al racismo y al sexismo están entrecruzadas y enfoca su escritura en la interseccionalidad[1] de raza, capitalismo y género. Desde esta publicación, hooks se ha convertido en una eminente pensadora política y una muy leída escritora crítica cultural.
bell hooks es autora de numerosos clásicos feministas. En 2014 se fundó en su honor el “bell hooks institute”. Entre sus libros se destacan: Feminist Theory (Pluto, 2000), El feminismo es para todo el mundo (Traficantes de Sueños, 2000), Talking Back (Routledge, 2014) y Breaking Bread (Routledge, 2016). En la actualidad es profesora de lengua inglesa en el City College de la City University of New York. [1] La interseccionalidad es un paradigma para entender a nuestra sociedad en su conjunto. Sostiene que las conceptualizaciones clásicas de opresión en la sociedad -como el racismo, el colorismo, el adultismo, el sexismo, el capacitismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia y todos los prejuicios basados en la intolerancia- no actúan de manera autónoma o independiente. Afirma que estas y todas las formas de exclusión están interrelacionadas, creando así un sistema de opresión que refleja la intersección de múltiples formas de discriminación.
La interseccionalidad amplía los conceptos de justicia social y demografía. Por ejemplo, sostiene que no hay ninguna experiencia singular propia de una identidad. En lugar de analizar la salud de las mujeres solamente a través del género, es necesario considerar otras categorías sociales, como la clase, la discapacidad, la nacionalidad o la etnia, para entender integralmente la gama de problemas de salud de las mujeres. |