¿Existió una iglesia paralela a la Iglesia fundada por Jesucristo? ¿Cuáles son las raíces de esta iglesia sincrética universal? ¿Cuál fue la verdadera represión de Pedro al enfrentarse a Simón, el mago? ¿Qué diseño tenía esta iglesia paralela que quería derribar a la verdadera?
Recuerdo la llegada a mi casa de ese interesante italiano llamado Pietro. Era un hombre de edad mediana, muy elegantemente vestido aunque llevaba puesto un cuello clerical. Todo en él era distinción y estilo. En la primera conversación familiar me impactó su inteligencia desbordante y conocimientos de todo tipo. Y aunque yo era una adolescente, me cautivó su alta erudición en historia del arte, política internacional, religión y su alto dominio sobre el manejo del poder del Vaticano. En esa primera conversación familiar de sobremesa, nos contó que él había sido un sacerdote católico. Por un instante, Pietro se levantó de la silla se quedó observando un cuadro que mis padres tenían colgado en la pared del living. Era un cuadro de la ciudad de Brescia, (Italia) sobre el lago Disseo, detrás de unas colinas se erigía un monasterio. Él se acercó con emoción y nos relató su historia: en ese monasterio había estado encerrado por años pero como resultado de tanta perturbación emocional lo habían mandado a la Argentina, lugar dónde se encontró con Cristo y fue bautizado en el poder del Espíritu Santo. Por lo que supuse estaba en presencia de un pastor pentecostal. Él había recurrido a mi padre en busca de amparo legal para su congregación y para el resto de las filiales que estaban diseminadas por todo el país. Como era de esperar, Pietro le predicó a nuestra congregación con fuego pentecostal y demostración de señales y milagros. Al otro día la habitación de huéspedes de mi casa se transformó en un desfiladero de gente en busca de oración y de consejo. La primera llamada de atención la tuvo mi padre al hacer la presentación formal de las iglesias de Pietro que pasarían a formar parte de nuestra Misión ante la Secretaría de Cultos. La sorpresa fue que el mismo Director de Cultos quiso entrevistarse para hacer la siguiente afirmación: “Pastor Agostino, usted lleva de manera impecable esta Misión, ¿por qué quiere mancharla con esta gente?” La duda comenzó carcomer nuestras cabezas. ¿Quién era verdaderamente Pietro? Pasado un mes, mis padres viajaron a La Patagonia para conocer la congregación. Mientras estaban alojados en la hermosa casa que Pietro poseía junto a su mujer y a sus hijos. Esta vez fue mi madre quien comenzó a tener advertencias del Espíritu. La sensación de estar frente a una inmundicia la invadía frecuentemente. Al conocer y ministrar a esa congregación pudieron observar una hermandad oprimida, literalmente abusada. Muchachos jóvenes se acercaron a decir la verdad: Pietro los forzaba sexualmente, pero estaban silenciados. ¿Cuál era la verdad de la historia? Pietro, había sido abusado una y otra vez en ese Monasterio sobre el lago Disseo en la ciudad de Brescia. Como muchas personas que fueron abusadas, reproducen en otros la misma crueldad. De esta manera, él estaba llevando la misma perversidad a centenares de personas inocentes que estaban buscando en la Iglesia Evangélica algún refugio espiritual. Demás está decir que se desvinculó totalmente de la Misión y que el director de cultos tenía razón. Las fechorías de este sacerdote siguieron en aumento. ¿Por qué este hombre seguía libre? ¿Por qué gozaba de tanta impunidad a pesar de las denuncias y del conocimiento de las más altas autoridades de Culto a nivel Nacional? Al tiempo nos enteramos que él traía una cantidad de mercadería directamente del Vaticano, a las que hacía entrar ilegalmente al país. Recibía donaciones mucho antes que CARITAS, cosa que enfurecía a la curia de la Patagonia. Pietro, era sobrino directo de un famoso PAPA. Este nepotismo le daba autoridad para entrar y salir del Vaticano y de su banco tantas veces como él quisiera. Nunca había dejado de pertenecer a la Iglesia Católica Apostólica Romana como tampoco había dejado de ser cura. Pero, en la cabeza de una adolescente como la mía que funcionaba siempre a mil, las preguntas eran ¿Y las señales que vi?, y ¿los enfermos que recibieron libración instantánea de sus enfermedades? ¿Se puede imitar tanto? ¿Se puede mentir tanto? Esas preguntas me siguieron por un buen tiempo pero, tremendo alivio provocó en mí ser interior al conocer que otros habían transitado experiencias similares y las habían logrado desbaratar. Curiosamente, estos días llegó a mis manos un material extraordinario de un teólogo alemán llamado Adolf Von Harnack, quien escribió diez tomos sobre la “Historia del Dogma”. Este investigador sigue la línea de Simón, el mago, como fundador simultáneo de una Iglesia Universal en los días de las Iglesia primitiva que nos relata los Hechos de los Apóstoles. Simón el Mago después de ser rechazado por Pedro comenzó a dar forma a su propia iglesia “cristiana”. Una iglesia de la cual él fuera la cabeza. Una iglesia diseñada para derribar por completo a la verdadera Iglesia de Dios. Su idea era mezclar juntamente enseñanzas babilónicas con algo de las enseñanzas de Cristo –en especial tomar el nombre de Cristo– y así ¡crear Una Iglesia Universal!, pero tomando como base la religión babilónica. Harnack, historiador de la iglesia, declara que Simón el Mago “proclamó una doctrina por la cual la fe judía era extraña y grotescamente mezclada con mitos babilónicos, junto con algunas adiciones griegas. La adoración misteriosa a la diosa Seminaris, junto con otra deidades, dieron como consecuencia un sincretismo salvaje, es decir, la mezcla de creencias religiosas, cuya meta era una religión universal, todo eso contribuyó en ganar seguidores para Simón” (vol. 1, pág. 244). Con estos antecedentes podemos entender por qué Pedro reprendió fuertemente a Simón por sus ideas babilónicas. Pedro profetizó que éste era el hombre que iba a ser la “raíz de amargura y lazo de iniquidad” para la verdadera Iglesia. ¡La actitud de Simón fue en extremo corrupta! La Biblia muestra que él había estado trabajando a través de demonios. Y aun así él finalmente se llamaba a sí mismo “cristiano”. El Dr. McGiffert, hablando acerca de Simón el Mago dice: “Su esfuerzo por rivalizar y sobrepasar a Jesús muy probablemente comenzó después de su contacto con los cristianos que Lucas registra. Su sistema religioso era aparentemente un sincretismo de elementos judíos y orientales” (Diccionario Hasting’s de la Iglesia Apostólica, vol. 2, pág. 497). Así que, al igual que Pietro en la Patagonia, tenía una falsa iglesia, la cual era usada como un verdadero “Paraíso fiscal”, como una ruta para lavar dinero del Vaticano. La iglesia primitiva tuvo también otro fundador de una Gran Iglesia con las características Apostólicas Romanas Universales paralelas a La Iglesia fundada en las bases de los Apóstoles de Jesucristo. Me llama poderosamente la atención la reprensión de Pedro a Simón, el Mago. Pedro percibió que Simón estaba en “hiel de amargura y en prisión de maldad” (Hechos 8.23). Este versículo ha sido mal entendido debido a que la versión King James de la Biblia falla en dar la fuerza completa a la acusación de Pedro. Este versículo cuando es entendido en la intención de Pedro, es uno de los más importantes en el capítulo entero ¡es una profecía! Pedro conocía la mente de ese hombre y en lo que ese hombre se iba a convertir. Esto es aclarado por Sir William Ramsay en su “Descripción de la Iglesia Apostólica” pág. 60. Él dice: “Pedro lo reprendió en términos fuertes y proféticos. La profecía está encubierta en la traducción ordinaria: el griego quiere decir: “tú estás POR una hiel de amargura y prisión de injusticia, la cual será causal de veneno, corrupción y cárcel para otros.” Estas dos iglesias parecen iguales pero tienen diferente fundador y diferentes frutos. Parecen iguales, pero no lo son. Una lleva a la libertad, la otra a la cárcel. Una lleva al gozo, la otra a la amargura. Una desata, la otra amarra. Una sirve a los hombres, la otra se sirve de ellos. Una venda heridas, la otra hiere de muerte. Una hace crecer, la otra destruye. Una da generosamente, la otra roba. Una anuncia salvación gratuita para todos, la otra la vende. Una respeta al ser humano, la otra lo manipula. Una dignifica a la persona, la otra la somete. Una da la vida por las ovejas, la otra mata a las ovejas. Parecen iguales… pero no lo son. UNA ES DE CRISTO Y LA OTRA ES DE LUCIFER.
Noemi Agostino
Es una cristiana radical, educadora en la Región 5, Distrito de Almirante Brown en Buenos Aires. Directora y representante Legal del Instituto Educativo Vida Cristiana del mismo distrito escolar.