LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS SE MULTIPLICAN EN INDIA
La fe que crece, pese a la doble marginación de los cristianos hindúes JOEL FOSTERUn líder de la iglesia evangélica en la India explica como las redes de pequeñas comunidades cristianas aplican el evangelio en sus contextos locales. “El discipulado tiene que ser un trabajo de mucha colaboración”. La iglesias se multiplican en toda la India, un país muy diverso en el cual mucha gente está descubriendo a Jesús a través de comunidades cristianas pequeñas.
Philip es un líder que se ha conectado a la red con otros cristianos para equipar a estas nuevas iglesias con todo lo necesario: desde una buena enseñanza bíblica hasta tener pozos abiertos. En su objetivo de ayudar a los creyentes a aplicar el evangelio en su propio contexto, los teólogos de la India y de los países vecinos se han unido para llevar a cabo el Comentario Bíblico Sur de Asia [Comentario de un solo volumen sobre la Biblia entera]. Durante su participación en el European Leadership Forum de 2017, Philip compartió con Evangelical Focus sobre los pasos que están dando los cristianos en aquel país para comunicar las Buenas Nuevas acerca de Jesús a los más de cuarenta grupos de personas no alcanzadas esparcidos a lo largo de más de 3.000 kilómetros. “Tenemos miembros de diferentes castas que ahora adoran juntos a Jesús, algo fantástico que sólo ocurre en nuestra sociedad cristiana”.
Pregunta: Estás ayudando a liderar una gran red de iglesias en la India, la mayoría de ellas, pentecostales. ¿Cómo son estas comunidades?
Respuesta: Sí, yo formo parte del liderazgo que atiende a las iglesias de reciente crecimiento. Estas son iglesias con creyentes de primera generación, principalmente procedentes de orígenes tribales y animistas. Son parte mayoritaria de la sociedad india pero siempre han sido considerados como pertenecientes a lo inferior de la comunidad. Su identidad, así como también su estatus social, es tan bajo, que tienen que depender de las castas superiores para todo. Han sido excluidos de la sociedad por razones de ‘pureza’. A estos tribales se les conoce tradicionalmente como los “Adivasis”, que en hindi significa ‘habitantes originales de la tierra’. Si se les pregunta lo que significa adivasis, dicen, ‘somos los primeros habitantes de la India, pero vinieron otros y nos empujaron a las esquinas y a las selvas de la India’. P. Se sabe que muchos de estos cristianos en la India son marginados a sus comunidades rurales. R. Sí, están doblemente marginados, Primero, a causa de su origen adivasis. Segundo, se han convertido a la fe cristiana. La comunidad más grande les dice: ‘¿Por qué te has convertido en cristiano? Has traicionado a nuestra sociedad y sigues una religión extranjera. Ya no formas parte de nosotros’. Estas exclusiones sociales son muy dolorosas para la mayoría de nuestros creyentes. Por ejemplo, en el Noroeste de la India, el agua es un bien muy preciado. Sólo llueve una vez al año, durante el Monzón, o sea un mes y medio o dos. Naturalmente, en cada pueblo, tienen un pozo abierto o una fuente de agua de donde cada uno consigue su agua. Pero, cuando una persona reconoce a Jesús como Señor en su vida, la comunidad del pueblo dice: ‘Tú no puedes sacar más agua porque la harás impura’. Por tanto, estos cristianos tienen que desplazarse quizás dos o tres kilómetros para conseguir únicamente un cubo de agua. Así que, estas son la clase de situaciones a las que nuestros creyentes tienen que enfrentarse. En tal caso, nosotros acompañamos a estos creyentes ayudándoles a poner una cañería propia con una condición: que estará abierta a cualquiera que vaya a buscar agua. Dios nos permitió perforar cientos de pozos. Debido a estas iniciativas, hemos visto gente que tiene una respuesta muy positiva al Evangelio. Los vecinos preguntan: ‘¿por qué los cristianos hacen esto? ¿Qué es lo que les hace diferentes? Nosotros les odiamos y ellos responden queriendo compartir las cosas con nosotros’. Como resultado, vemos que muchas familias vienen a la iglesia y entienden porque es tan diferente la Gracia de Dios. P. En este contexto, ¿cómo describirías tu visión de la India? R. Nuestra visión es ser una comunidad orientada al Reino que muestre el amor y el cuidado de Jesús. Viviendo en una sociedad que está estructurada por jerarquías de castas, aunque esta discriminación sea ilegal, la gente vive con una mentalidad que automáticamente clasifica a las personas en grupos diferentes. Desde que su nombre está unido a un grupo de castas, nadie puede alejarse de su identidad y su pasado. Únicamente una transformación de la cosmovisión religiosa puede sacar a las personas fuera de estos grupos. A medida que se convierten en parte de la comunidad orientada al reino de Dios con igualdad y valor propio, aquellos que controlan el statu quo de la jerarquía de castas se agitan y se oponen a cualquier transformación porque asumen que pierden el control sobre estas vidas. En la mayoría de los lugares donde nuestras congregaciones se reúnen, tenemos antiguos grupos de castas que ahora vienen juntos a adorar a Jesús. Esta es una evolución fantástica que sólo tiene lugar dentro de nuestra sociedad cristiana. Estamos trabajando entre 42 grupos de personas no alcanzadas. Imagina, sus idiomas son diferentes, su origen étnico es diferente y culturalmente son muy desiguales. Muchas de nuestras iglesias tienen su estilo de culto. Usan el lenguaje del corazón para alabar a Dios; escriben canciones y sus predicaciones contienen mucha más narrativa e historias que teología pesada. P. ¿Cómo empezaron estas diversas iglesias? R. La gente de las comunidades rurales no tiene acceso a las instalaciones sanitarias de calidad ni a los servicios educativos. Además, la mayoría no tiene el estatus económico para permitirse los tratamientos. Aunque los servicios están disponibles, por regla general, si alguien se pone enfermo lo primero que hacen es ir al sacerdote del pueblo. Él les dirá: 'Hagamos un sacrificio para esta enfermedad’. Según la gravedad de la dolencia la gente tiene que traer un pollo o una cabra u otros elementos para un sacrificio. Aparte de esto, tienen que dar dinero. En la mayoría de los casos, un pastor o un anciano visitan un emplazamiento donde alguien esté enfermo y oran por él. Oran y Jesús contesta su plegaria y cura aquella enfermedad. En muchas situaciones es inmediato, en otras puede tardar un mes. Y la gente desarrolla esta cercana conexión con Jesús. Permíteme compartir la historia de Vijay y su esposa, Roopa. Roopa tenía un problema en sus piernas y el doctor dijo que la pierna tenía que amputarse. Alguien dijo: ‘Vijay, llevemos a tu esposa a la iglesia y cuando el pastor venga, orará por ella’. El pastor vino desde una distancia de tres horas y oró por ella. Tardó alrededor de un mes, pero quedó completamente curada. Entonces Vijay preguntó: ‘¿Cuánto dinero te debo?’, y el pastor respondió: ‘No me debes dinero, pero si abres tu casa para la oración y la devoción a Jesús, esto será lo mejor que puedes hacer’. Cuando este pastor cristiano empezó a venir al pueblo, muchas personas oyeron que él podía orar y que Jesús puede curar. Un día, se esperaba al pastor y una persona prominente de la comunidad vino con una dolencia. Pero el pastor no llegaba y Vijay se dio cuenta que estaba en dificultades. Se puso a orar para saber lo que tenía que hacer, consiguió la confianza necesaria y dijo: ‘Yo oraré por ti’. Lentamente, este hombre empezó a experimentar el poder curativo de Jesús y llegó a ser un creyente. Ahora, Vijay pastorea una iglesia de 60 personas. Jesús como el Sanador es la buena nueva que lleva a la gente al Señor. Esta es la manera en que las Buenas Nuevas pasan de una persona a otra. Generalmente se tardan cinco o seis años para que un individuo procedente de una cosmovisión animista llegue a una cosmovisión cristiana. En ese proceso, ofrecemos gran cantidad de estudios sobre temas semejantes a una Cristología básica, por ejemplo, ‘¿Quién es Jesús?’ Muchos de los creyentes empiezan con cuatro declaraciones cristológicas: ‘Jesús como el sanador’, ‘Jesús como el abastecedor’, Jesús como el protector’ y Jesús como el libertador’. Después, pasan a las tres etapas siguientes: ‘Jesús como el salvador’, ‘Jesús como el Señor’ y ‘Jesús como el Supremo Dios’. Este es el proceso que traslada desde una cosmovisión animista a un mundo cristiano y todo esto tiene que ver con nuestra identidad. Sin embargo, el siguiente nivel es crucial. Después de asistir a los cultos con regularidad durante seis u ocho meses, la gente se da cuenta lentamente de la importancia de ser bautizados, porque esto forma la identidad y la comunidad y se va separando del antiguo origen. Toman voluntariamente su decisión principal de ser bautizados. Jesús como el sanador es Buenas Nuevas. Los creyentes sencillos comparten estas Buenas Noticias. Así es como tiene lugar, generalmente, la plantación de las iglesias. P. ¿De qué forma estos nuevos cristianos de diferentes edades y orígenes empiezan a leer, estudiar y comprender la Biblia? R. Siempre es un reto, porque nuestro trabajo se extiende a lo largo de unos 3.000 kilómetros. Muchas veces el crecimiento ocurre en iglesias que se multiplican por si solas. Una persona que sabe cantar y orar bien empieza la siguiente congregación, pero puede que no sea muy bueno en la Palabra de Dios. Por tanto, lo que normalmente se hace es llamar a líderes que están implicados en la plantación de iglesias para que se involucren en un grupo. Entonces, enviamos a un maestro para enseñar la Palabra sistemáticamente. Tres o cuatro veces al año los líderes regionales se reúnen y les enseñamos los temas bíblicos, la teología fundamental, el cuidado pastoral y la misión. En un grupo se reúnen de 70 a 100 personas y después les enviamos de vuelta a sus comunidades para que apliquen lo que han aprendido. En algunas regiones la gente es analfabeta, no saben leer ni escribir. En tales contextos acoplamos canciones con música como un medio para enseñar la Palabra. Tenemos dirigentes que escriben canciones con una teología muy bonita incrustada a fin de que puedan ayudar a recordar. Ahora hay mucha tecnología móvil disponible, incluso en muchas regiones rurales de la India. En nuestras iglesias principales grabamos predicaciones en tarjetas SD que sean accesibles para usar en los teléfonos móviles. Son formas sencillas para instruir a las personas en la Biblia, pero todavía hay mucho que hacer para conseguir cumplir esta labor. P. Un proyecto interesante para enseñar la Biblia en un contexto como la India es el “Comentario Bíblico Sur de Asia”. ¿Están ustedes implicados en el mismo? ¿Qué opinan sobre la necesidad de una herramienta como ésta? R. El SABC (Comentario Bíblico Sur de Asia por sus siglas en inglés), que es como lo llamamos nosotros, es una iniciativa que Dios nos permitió hacer con Langham Partnership. El director de bibliografía del mismo, Pieter Kwant, nos dijo cuando vino a la India: ‘Los africanos están escribiendo un comentario sobre la Biblia’. Entonces, los indios experimentaron algo así como unos celos santos y dijeron: ‘¡Si ellos lo hacen, nosotros también podemos hacerlo!’ El comienzo fue así de sencillo, pero fue un momento ‘kairós’ para las iglesias del Sur de Asia. Dios nos ha dado unos buenos eruditos evangélicos, pero nunca se ha hecho un esfuerzo para reunirlos y pedirles que escriban y mediten la Biblia en su contexto. Aquello fue un gran reto. Yo formo parte de la junta editorial de teología y soy también el editor del Comentario. Se escogieron a 70 personas y se les dieron varios libros de la Biblia. Los Salmos, por ejemplo, se repartieron entre diferentes personas para que los tradujeran. En este proceso han ocurrido muchas cosas. Una de ellas es que podíamos reunirnos con todos estos eruditos y profundizar a través de la Biblia en nuestra situación y nuestro contexto. Segundo, por primera vez los cristianos pakistaníes, los cristianos indios, los cristianos de Sri Lanka y los cristianos nepalíes escribían para un proyecto común. Por tanto, estábamos reunidos a nivel nacional. La tercera cosa es que estábamos de acuerdo en que deberíamos evitar la jerga técnica teológica académica. Dijimos que pensaríamos en el creyente llano y haríamos que nuestro lenguaje fuera sencillo para él. Fue difícil para nosotros, a veces; tendríamos un editor de proyectos que creería que nuestra jerga teológica era basura (risas) y la convertiría en un lenguaje de periódico. El Comentario abarca de Génesis a Apocalipsis, pero dentro de éste hay cien artículos que son muy adecuados en el contexto del Sur de Asia. Por ejemplo: ‘¿Cómo consideran los cristianos el yoga?’, ‘¿Cómo hacen frente los cristianos a la corrupción?’ o ‘¿Qué es la sexualidad en nuestro contexto?’ Dar una respuesta evangélica a estos desafíos ayuda al pastor a enfrentarse a estos retos. Una vez completado el proyecto, las mejores reacciones que obtuvimos estaban en la línea de ‘ahora puedo leer y entender la Biblia claramente’. Por tanto, esto es lo que Dios ha permitido hacer con este Comentario. Elaboramos el mismo en inglés, pero esto no es nuestro mayor logro. Nuestra hazaña será ahora traducirlo al hindi, al tamil, al bengalí y a otras múltiples lenguas del Sur de Asia. Ya se han empezado tres traducciones. En dos o tres años se convertirá en la principal herramienta evangélica que conformará la predicación y la enseñanza de la iglesia. Este era el punto perdido en la iglesia de la India. Siempre teníamos que depender de nuestros amigos occidentales para que nos ayudaran a meditar nuestra teología. Pero ahora ya ha llegado el momento y empezamos a escribir lo que necesitamos para nuestra gente. De este proyecto van a salir otros. Hay una serie del Comentario del Nuevo Testamento que ya se ha empezado. Esto significa dar confianza a las personas para iniciar nuevas reflexiones sobre la Biblia. Un derivado de estos siete años de producción es que hemos aprendido como hacer las cosas profesionalmente. Hemos llegado donde estamos ahora y si Dios quiere, iremos más lejos. P. La tecnología y las comunicaciones online avanzan mucho en la India ¿Cuál crees que es el desafío principal para la iglesia en este contexto hiperconectado? R. La India se ha convertido en uno de los mayores usuarios de teléfonos móviles del mundo y los smartphones han alcanzado todos los rincones del país. Ahora, cada persona de un grupo no alcanzado tiene disponible un teléfono móvil. Lo que la iglesia todavía no ha cumplido es crear el contenido que se necesita para evangelizarlo ni los materiales del discipulado que ayudarían a las iglesias a crecer. Este tiene que ser un trabajo de colaboración; necesitamos trabajar como una iglesia. Y quizás la iglesia global puede estar con nosotros y motivarnos para que podamos producir nuestro contenido. Todavía no estamos equipados para enfrentarnos a este reto y creo que saldremos de la escena si no hacemos algo para obtener la tecnología para producir estos nuevos recursos para las iglesias. Traducción de Rosa Gubianas. Joel Fosteres licenciado en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha trabajado en radio y televisión en España e Inglaterra. Fue asesor de GBU (Grupos Bíblicos Universitarios) y responsable de comunicaciones en la región de Cataluña y Aragón. Es coautor del libro Esencia y Resistencia (2013). Es director adjunto de Evangelical Focus, un nuevo medio de comunicación para Europa lanzado en 2015.
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