¡NO LLORES!
OSVALDO L. MOTTESIIntroducción
● El primer cuadro bíblico es el que nos muestra Lucas 7:11-17. En este, JesuCristo nos promete:
I. ¡NO LLORES! PORQUE CAMBIARÉ TU LAMENTO EN BAILE Poco después Jesús, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud, se dirigió a un pueblo llamado Naín. Cuando ya se acercaba a las puertas del pueblo, vio que sacaban de allí a un muerto, hijo único de madre viuda. La acompañaba un grupo grande de la población. Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: -No llores. Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo: -Joven, ¡te ordeno que te levantes! El muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos se llenaron de temor y alababan a Dios.-Ha surgido entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo. Así que esta noticia acerca de Jesús se divulgó por toda Judea y por todas las regiones vecinas. Lucas 7:11-17. 1. Una mujer viuda ha perdido a su único hijo… Siente que lo ha perdido todo… 2. La caravana por ella precedida era la caravana de la muerte. Pero la Biblia nos cuenta que Jesús venía por otro sendero. Y la carava por Él precedida era la caravana de la vida. Y donde las caravanas de la muerte y de la vida se encuentran, el milagro surge. 3. Y Jesús le dijo: ¡NO LLORES! … ¡No llores, le dijo, le pidió Jesús…! ¿Ironía, sarcasmo o compasión? 4. Jesús lloró públicamente tres veces: Como hombre enlutado, como Rey incomprendido y como Salvador atribulado. Por eso podía pedirle ¡no llores! … Su poder y su amor transformaron su lamento en baile. 5. Es lo que Jesús quiere hacer hoy en tu vida… Él hoy te pide, Él nos pide hoy: ¡NO LLORES! Deja de llorar la muerte y su aparente victoria. ¡Deja de llorar, que Yo soy el camino, la verdad y LA VIDA! ¡DEJA DE LLORAR! Yo estoy aquí, estoy vivo y a tu lado. En medio de cualquier dolor, yo quiero ser tu esperanza y tu consuelo. ● En el segundo cuadro bíblico, pintado en Juan 20: 10-18, JesuCristo nos promete: II. ¡NO LLORES! PORQUE TE BRINDARÉ VIDA NUEVA Y ABUNDANTE Los discípulos regresaron a su casa, pero María se quedó afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. -¿Por qué lloras, mujer? -le preguntaron los ángeles.-Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto -les respondió. Apenas dijo esto, volvió la mirada y allí vio a Jesús de pie, aunque no sabía que era él. Jesús le dijo:-¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo:-Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo iré por él. -María -le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó:-¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro). -Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: "Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes. María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. ¡He visto al Señor!», exclamaba, y les contaba lo que él le había dicho. Juan 20: 10-18. 1. Este es un cuadro glorioso. Es la madrugada del domingo de resurrección, María Magdalena, la enamorada de Jesús, va a la tumba de su Maestro… Está desolada, viviendo su soledad más sola. Su Señor ha muerto… Va a su tumba para hacer más vívidas sus memorias… Para orar y hacer luto bien cerca del cuerpo de su Señor y Maestro… Y aquí ocurre la sorpresa, el milagro, la clarinada de la resurrección, la manifestación del poder del Dios, autor y creador de la vida, que levanta a Su Hijo para transformarlo en el Señor de una nueva creación. El segundo Adán. El principio y fin de las Nuevas Cosas. 2. ¿Por qué lloras mujer? Aquí, la palabra “mujer” es la traducción de la palabra “gunal” en arameo. Es la misma palabra que Jesús usó dirigiéndose a su madre María en las bodas de Canaá de Galilea y en la misma Cruz: Es decir, “mi señora”, “mi doña”, “mi dama escogida”, “mi querida amiga”, “mi compañera”. 3. Con el más grande respeto, profundo amor y autoridad, la comisiona como la primera evangelista de la naciente iglesia cristiana. “Ve más bien a mis hermanos y diles: ‘Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes’. María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. ¡He visto al Señor!, exclamaba, y les contaba lo que él le había dicho”. 4. María Magdalena se convierte, por su fe hecha obras de amor, por justo mérito de obediencia personal, en discípula y apóstol. Ella es prototipo de mujer creyente y fiel para todas las cristianas del mundo, desde la tumba vacía hasta hoy. 5. El Señor de la Vida le cambia a María Magdalena el luto, por el gozo de la resurrección. Le entrega una vida nueva y abundante. Renueva su esperanza y vocación. 6. Es lo que Jesús quiere hacer hoy en tu vida… Jesucristo hoy te pide, nos pide hoy ¡NO LLORES! Deja de llorar la muerte de cualquier pena o prueba, desencanto o traición, dolor o enfermedad ¡DEJA DE LLORAR! Yo estoy aquí, estoy vivo y a tu lado. ¡Tócame! En el poder de tu fe. Ve a los tuyos y cuéntales de tu bendición, para que sea su bendición. ● En el tercer y último cuadro bíblico, que nos muestra Apocalipsis 5:1-5, JesuCristo nos afirma: III. ¡NO LLORES! PORQUE REINARÉ CONTIGO EN UN CIELO Y TIERRA NUEVOS. En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por ambos lados y sellado con siete sellos. También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: « ¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?» Pero ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, hubo nadie capaz de abrirlo ni de examinar su contenido. Y lloraba yo mucho porque no se había encontrado a nadie que fuera digno de abrir el rollo ni de examinar su contenido. Uno de los ancianos me dijo ¡DEJA DE LLORAR, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos.» Apocalipsis 5:1-5. 1. Este es un cuadro majestuoso. Juan el apóstol está exiliado, ha sido deportado por razón de su fe y ministerio a la isla de Patmos. Allí está sólo, humanamente muy solo, separado de su familia y de sus congregaciones. Sólo, pero en íntima comunión y compañía plena con su Señor. La soledad, en algunas circunstancias, es una experiencia triste. 2. En ٕíntima comunión, en intenso diálogo con su Señor, Juan recibe de Dios visiones incomparables. Todas ellas constituyen el libro del Apocalipsis. Un libro que no solo es predicción para el misterioso futuro, sino fue Palabra de Dios para el tiempo de Juan, lo es para nuestro tiempo y lo será para el futuro: “Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá después”. 1:19 3. En los cps. 4 y 5, Juan contempla el cuadro espectacular de la adoración celestial. El cp. 4 habla de la adoración al Dios Creador, el cap. 5 va a adorar al a JesuCristo, el Dios Redentor. 4. Desde la eternidad y por la eternidad, en la diestra del Dios creador está “el rollo escrito por ambos lados y sellado con siete sellos”. ¿Qué es eso? Hay muchas interpretaciones al respecto. Creemos que ese rollo contiene todos los eventos que habrán de ocurrir desde ese momento histórico que experimenta Juan en una fecha y un lugar: Patmos, hasta la consumación de la historia. Es el contenido de lo que Dios le prometió a Juan al comienzo del cap. 4: Después de esto miré, y allí en el cielo había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder DESPUÉS DE ESTO”. (4:1). Es el testamento de Dios. 5. Pero lo más extraño es la proclama del ángel fuerte: “¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?” ¿Por qué no puede el mismo Dios Creador, si está en su voluntad, abrir SU rollo y compartir el mismo los misterios del futuro? Es que este Dios, es Dios de gracia. Por eso ofrece honestamente, sinceramente a todos, a todas, la oportunidad. 6. Pero he aquí que: “ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, hubo nadie capaz de abrirlo ni de examinar su contenido”. Por eso el ya muy anciano Juan, quien ha dedicado toda, toda su vida a proclamar y enseñar el Evangelio del Reino de Dios, llora amargamente. 7. El llanto de Juan es el llanto del siervo fiel, en la etapa final de un muy largo y esforzado ministerio, que sufre la aparente frustración del fracaso. Es el llanto de quien no comprende porqué, porqué nadie puede abrir, delante del Dios Creador, Dios Padre, Dios autor de la vida y de la Salvación, y delante de la creación el rollo del futuro de la historia. 8. Pero en medio del dolor de Juan, surge uno de los 24 ancianos, uno de los patriarcas del AT, o uno de sus colegas, los 12 apóstoles del Cordero. Es quien en medio de su llanto y frustración, en medio de recuerdo de miles de jornadas de ministerio ahora aparentemente infructuoso, se acerca a Juan y le entrega la revelación que confirma su ministerio: “Uno de los ancianos me dijo: “¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos”. 9. Y es en ese mismo momento cuando ocurre la escena más impresionante de todo el Apocalipsis: “Entonces vi, en medio de los cuatro seres vivientes y del trono y los ancianos, a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Se acercó y recibió el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. 1De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra.» (5:6-10). 10. ¿Qué es lo que está pasando? Es el momento más decisivo del último instante de la historia. JesuCristo el cordero inmolado, recibe el rollo. Recibe el Reino. Recibe la plena investidura del Señor de la Nueva Creación. Es el Segundo Adán a quien el Padre entrega todo el poder, la plenitud de toda autoridad, para reinar en el Jubileo eterno, la Nueva Creación. 11. Y ahí comienza otro momento maravilloso: Hasta ese momento, toda la visión de los caps. 4 y 5, no habla de cantos. En el cap. 4 hay voces, hay gloriosas declaraciones de los 4 seres vivientes y los 24 ancianos, pero no cantan. En ese mismo instante cuando se inicia la alabanza, el cántico universal. Este rinde honor y gloria al Señor de Señores. Esa experiencia impresionante, cargada de júbilo, victoria y esperanza, confirma que la vida y ministerio del anciano no ha sido en vano. La adoración celestial transforma el llanto de Juan en una fiesta espiritual. 12. Hoy la Palabra de Dios te dice a ti ¿Por qué lloras? ¡Dejemos hoy de llorar! JesuCristo aún no ha recibido el rollo, pero está a la diestra del Padre, intercediendo, abogando por ti. Su sangre que te lavó, te cubre y bendice. ¡Hay victoria para ti! Conclusión: 1. ¡No llores! Te dice Jesús, porque yo cambio hoy, aquí y ahora, tu lamento en baile. ¡NO LLORES!, porque yo te ofrezco una vida nueva y abundante ¡NO LLORES! Porque quiero hacerte parte de la Nueva Creación donde no existirán las lágrimas. 2. No más llanto ni muerte. No más luchas y soledad. No más frustraciones ni agonías. JesuCristo es tu Señor y Rey, tu Gran Pastor y Salvador. 3. En medio de cualquier experiencia que te produce llanto, entrégale tu oración de fe al Señor. Dile como el creyente de antaño: Dios mío, yo te ofrezco mi dolor,
es todo lo que puedo ya ofrecerte. Tú me distes un amor, un solo amor. Me lo robó la muerte, y no me queda ya más que mi dolor. Acéptalo Señor… Es todo lo que puedo ya ofrecerte. El secará tus lágrimas y borrará tu tristeza. Ese es mi deseo y mi oración. |