“PISAR TIERRA SAGRADA. ECOLOGÍA Y JUSTICIA”
Crónica de las XVI Jornadas de la Asociación de Teólogas Españolas
“La Tierra, como generadora de vida para las mujeres, tiene un componente sacramental desde donde se nos invita a construir una ecología integral que nos empuje a los pobres y, sobre todo, a las mujeres violentadas” Silvia Martínez Cano
La Asociación de Teólogas Españolas (ATE) celebró en Madrid el 10 y 11 de noviembre sus XVI Jornadas, donde se reflexionó sobre el tema “Pisar Tierra Sagrada. Ecología y Justicia”.
La primera ponente, Mercedes Navarro, doctora en Teología y Filosofía y cofundadora de la ATE, presentó una aproximación exegética y hermenéutica con una perspectiva feminista transversalmente ecológica de los textos de Génesis 1-3. Planteó la tarea del feminismo, entendido como visión inclusiva y ecológica que propone un cambio a través de la reflexión hermenéutica de los conceptos: ser “a imagen y semejanza de Dios”; la dimensión temporal como agente de cambio; y la antropología consciente. Ofreció una propuesta de antropología bíblica feminista que necesita de las mujeres como consciencia viva en un ecosistema pensado por nosotras porque el pensamiento crítico humaniza a la humanidad. Judith Ress, doctora en Teología ecofeminista y cofundadora de Con-spirando, reflexionó sobre el ecofeminismo desde su experiencia en el contexto latinoamericano. Ecofeminismo que combina ideas del feminismo radical y de la ecología profunda y que insta a vivir de otra manera. Planteó que la Teología Feminista está cambiando nuestra manera de entender la realidad, como un proceso donde están emergiendo círculos de mujeres que cambian sus prácticas y su manera de relacionarse con Dios. Subrayó la necesidad de un pan-ecumenismo y un macro-ecumenismo que tome en serio todas las maneras de relacionarse con la divinidad, también las indígenas, planteando como reto de la fe el diálogo desde la multiculturalidad. Antonina Wozna, doctora en Artes y Humanidades, desde la ética y la hermenéutica teológica como líneas de investigación, planteó los elementos simbólicos y conceptuales de la justicia tradicional y su crítica feminista. Partiendo del concepto de “representación”, dada la importancia del simbolismo y la representación como necesidad de la utopía, planteó sus propuestas desde la adición al concepto de justicia tradicional la justicia de la representación y la justicia del cuidado. Montserrat Escribano, doctora en Filosofía y profesora del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR), piensa la justicia desde el marco teológico de la compasión-misericordia para presentar una propuesta de teología política. Se centra en la relación entre justicia y teología para situar la misericordia-compasión como clave hermenéutica, y como símbolo para nuestras iglesias. Se trata de hacer memoria del sufrimiento y gestar una teología profética frente a una cultura de la expulsión y el descarte, que nos devuelva la esperanza en el futuro.
Isabel Matilla, profesora de la Politécnica Universidad de Manabí-Ecuador (ESPAM MFL), apoya su planteamiento en tres ejes: la fragilidad de la tierra y de los cuerpos; la ecoteología y el ecofeminismo; y su convocatoria a ser mensajeras del alba. Desde aquí su crítica a la encíclica Laudato si, donde aprecia un intento de huir del cuerpo sexual porque olvida los cuerpos violentados y maltratados de las mujeres y las estructuras de violencia. Su propuesta de pensamiento se sitúa en torno a dos ejes: las potencialidades de la hermenéutica diatópica, llamando a la Teología Feminista al diálogo con otras religiones; y a ahondar en las ontologías relacionales que instan a la Teología Feminista a dar importancia a la subjetividad. Alicia Puleo, profesora Titular de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valladolid, desde su propuesta ecofeminista crítica ilustrada, planteó los puntos comunes con los ecofeminismos teológicos: su crítica a una raíz común; un mismo objetivo: superar la misoginia y el sexismo desde la importancia de la empatía y los cuidados universalizables; y la recuperación de la sororidad internacional que, en términos actuales, significa eco-justica entendida como justicia para las víctimas medioambientales. Clausuró las jornadas la presidenta de la ATE, Silvia Martínez Cano, que subrayó la necesidad de nuevas imágenes de Dios y nuevas propuestas de teologías feministas. Además, añadió que la Tierra, como generadora de vida para las mujeres, tiene un componente sacramental desde donde se nos invita a construir una ecología integral que nos empuje a los pobres y, sobre todo, a las mujeres violentadas. La Asociación de Teólogas Española celebrará el 26 y 27 de octubre del año próximo sus Jornadas anuales. |