PORQUÉ Y PARA QUÉ SOMOS CRISTIANOS
OSVALDO L. MOTTESISermón predicado el martes 3 de octubre de 2017 en el culto inaugural de la Convención Anual del Movimiento Cristiano y Misionero de la Patagonia Argentina, en la ciudad de Ro Gallegos, Pcia. de Santa Cruz.
TEXTO: Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Romanos 12:1-2 (NVI).
1. Este año, más de 1000 millones de hombres y mujeres cristianos de todas las latitudes del mundo, celebramos el 500 aniversario de la Reforma Religiosa del Siglo XVI. El 31 de octubre de 1517 el monje agustino alemán Martín Lutero, profesor de NT de la Universidad de Wittemberg, clavó en los portales de la abadía de la universidad sus famosas 95 tesis. En ellas cuestionaba muchas de las doctrinas y prácticas de la Iglesia de Roma de entonces. Con este acto simbólico comenzó el movimiento conocido como la Reforma Protestante del Siglo XVI.
2. La verdad histٕórica es que la llamada Reforma Protestante no fue uno solo, sino varios movimientos de transformación. Martin Lutero en Alemania, Zwinglio y Calvino en Suiza, Enrique VIII en Inglaterra y muchos otros a través de toda Europa fueron los pioneros del protestantismo o cristianismo evangélico. Estos son los movimientos más conocidos y celebrados en la historia. 3. Pero dentro de aquellos movimientos reformadores, ocurrió una revoluciٕón. Fue la revolución dentro de la Reforma. Nos referimos aquí a la radicalización bíblica de la reforma protestante tradicional. Este fue un movimiento espiritual multifacético generado entre los campesinos del sur de la Alemania del siglo XVI. Movimiento hasta hace poco ignorado, que desde hace décadas está siendo rescatado y reconocido como la Reforma Radical del siglo XVI. 4. La inmensa mayoría de movimiento evangélico latinoamericano, incluido el Movimiento Cristiano y Misionero, es fruto directo o indirecto de la Reforma Radical del siglo XVI. Cualquiera sea nuestro apellido confesional o denominacional, quienes hoy creemos en el bautismo solo de creyentes y por ello en la iglesia constituida solo por creyentes, y en la separación de la iglesia del estado, provenimos directa o indirectamente de la Reforma Radical. 5. Somos parte del cristianismo radical contemporáneo. El que entiende a la iglesia como comunidad de discípulos y discípulas de JesuCristo quienes, al obedecer el mandamiento del bautismo, reciben la ordenación al sacerdocio universal de todo el pueblo de Dios. De lo que resulta que todos, todas, somos ministros ordenados a las labores del Reino. Esa es nuestra identidad dentro del diverso movimiento protestante o evangélico. Desde ésta nuestra identidad cristiana radical, la que afirma y celebra la gran Reforma Protestante como nuestra, hoy vamos a reafirmar los fundamentos de nuestra fe. Esta es -sin dudas- la mejor manera de celebrar. ● Ser cristiano o cristiana es ser de JesuCristo. No es tener una religión, sino gozar una relación personal con Dios. Por eso hoy, a la luz de la Biblia, la Palabra de Dios, en esta gozosa celebración de nuestras raíces históricas, veamos cuales son las marcas claves de nuestra identidad cristiana evangélica. I. En primer lugar, SOMOS CRISTIANOS Y CRISTIANAS EVANGÉLICOS PORQUE SOMOS PERSONAS DE FE. A. La primera afirmación central de la Reforma fue y es: “SOLA FIDE”. Es decir: SOLO POR MEDIO DE LA FE SOMOS HECHOS HIJOS, HIJAS DE DIOS. B. La fe es un elemento esencial de la vida humana: Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. RVR60: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Heb 11:1). ● Fe en algo o en alguien, en ideologías, en sistemas económicos y políticos, en programas, en líderes, en la astrología, en los curanderos, en el presente, en el futuro, FE, SIEMPRE FE. C. Porque somos personas de fe, es que creemos en Dios:
D. La fe es el único requisito, a través de toda la Biblia, para nuestra salvaciٕón: ● Génesis 15:6: Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a él como justo. ● Hab 2:4: El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe. ● Romanos 1:17: Como está escrito: El justo vivirá por la fe. ● Gál 3:11: por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque “el justo vivirá por la fe”. ● Hebreos 10:38: el que ha de venir vendrá, y no tardará, pero mi justo vivirá por la fe. ¡La doctrina de la justificación por la fe no empieza con Lutero ni con Pablo, arranca con el mismo Abram, padre de nuestra fe! F. Pero la fe, si no se expresa en obras de amor, está muerta: ● Pablo: Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Ef 2:8-10). ● Santiago, el más judío de los escritores del NT: 14 Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?... 17 Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras». Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. 19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen y tiemblan… 26 Pues, como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. (Stg 2: 14, 17-19, 26). Martín Lutero, al comienzo de la Reforma, llamó a la epístola de Santiago “una epístola de paja”, e intentó sin éxito que fuera quitada del canon bíblico. En su época de madurez tuvo un cambio de opinión. II. En segundo lugar PORQUE SOMOS PERSONAS DE FE QUE CREEMOS EN DIOS, AFIRMAMOS QUE SOLO LA BIBLIA ES SU SANTA PALABRA A. La 2da. Afirmación central de la Reforma fue y es: “SOLA SCRIPTURA”. Es decir, SOLO LA BIBLIA es revelación escrita de Dios y nuestra única regla de fe. ● Pablo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo o sierva de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra” (2 Ti 3:16). B. Nuestra fe cristiana es un hecho acústico: viene “por el oír”: “… la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo” RVR60: “… la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. (Ro 10:17). C. El mensaje que hacemos oír es la Biblia: Somos el pueblo de la Biblia. El libro de los libros. La obra más traducida, publicada y más leída en el mundo. El “best seller” de Dios. La mente y el alma; la conciencia de la Iglesia. La Carta Magna del Reino de Dios. D. La mayor bendición que podemos recibir de la Biblia es la de nuestra salvación: Haciéndonos eco del conocido adagio popular podríamos decir: “Dime cómo andas y te diré cuánto conoces la Palabra de Dios” o podría decirse también: “Dime cuánto conoces la Palabra de Dios y te diré cómo andas”. III. En tercer lugar, PORQUE CREEMOS QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS, CONFESAMOS SOLO A JESUCRISTO COMO NUESTRO ÚNICO MEDIADOR CON DIOS. A. Esta es la 3ra. afirmación central de la Reforma que fue y es: “SOLUS CHRISTUS” Es decir: solo JesuCristo, el Alfa y Omega, es soberano en nuestras vidas. ● Él es nuestro único Rey y Redentor, Maestro y Buen Pastor, Apoyo y Esperanza. B. La Biblia nos enseña que JC y sólo JC es el único camino de un pleno y eterno reencuentro con Dios: ● JesuCristo dijo de sí mismo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí. (Jn 14:6). JC no es UN camino entre otros, sino El camino. ● Pedro en Pentecostés: De hecho en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. Hch 4:12. ● Pablo reitera: Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos. (1 Ti 2:5). IV. Además, PORQUE CONFESAMOS A JESUCRISTO, SOMOS PERDONADOS Y PERDONADAS SOLO POR LA GRACIA DE DIOS. A. La 4ta. afirmación central de la Reforma fue y es: “SOLA GRATIA”. Es decir: SOLO POR LA GRACIA, la sorprendente y misteriosa gracia de Dios, tenemos perdón. ● Pablo: todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Ro 3:23-24) B. Solo la gracia de Dios explica la Buena Noticia, el Evangelio del Reino de Dios: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Jn 3:16). ● Es una gracia amante: “Porque tanto amó Dios al mundo” ● Es una gracia generosa:“que dio a su Hijo unigénito” ● Es una gracia universal: “para que todo aquel que cree en él.” ● Es una gracia transformadora: “no se pierda, sino que tenga vida eterna”. V. PORQUE SOMOS CRISTIANOS, CRISTIANAS EVANGÉLICOS, VIVIMOS SOLO PARA LA GLORIA DE DIOS. A. La 5ta. afirmación central de la Reforma fue y es: “SOLI DEO GLORIA”. Es decir, vivimos y somos, sentimos y actuamos SOLO PARA LA GLORIA DE DIOS. ● Pablo: En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo TODO para la gloria de Dios. (1 Co 10:31). B. EL propósito, el para qué fundamental de n/ vidas es manifestar la gloria de Dios. La Biblia menciona la gloria de Dios en más de 400 ocasiones, porque Su gloria es central en Su Reino. Nosotros no vivimos para ser santos o santas, ni para servir al prójimo, ni para hacer crecer nuestra iglesia, ni para evangelizar hasta lo último de la Tierra. Nosotros, nosotras vivimos tan solo para la gloria de nuestro Dios. Por eso lo hacemos todo, buscando la santidad, sirviendo al prójimo, edificando la iglesia y evangelizando al mundo tan solo, tan solo para la honra y gloria del Señor. CONCLUSIÓN:
● “¡Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios sea honor y gloria, por los siglos de los siglos amén!”. |