"Durante el año 2015 se registraron temperaturas históricas, intensas olas de calor, incendios de magnitudes dantescas y sequías devastadoras. Por desgracia, la tendencia continuará, según informó la OMM.” La Declaración de la OMM (Organización Mundial de Meteorología) sobre el estado del clima en 2015 dio detalles de registros de altísimas temperaturas de la superficie terrestre, del calentamiento de los océanos, del aumento del nivel del mar y de diversos fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo. Graves efectos en 2015 En grandes áreas oceánicas se comprobó la existencia de un calentamiento significativo de las temperaturas de la superficie del mar. En particular, en la zona tropical del Pacífico central y oriental el agua estaba mucho más cálida de lo normal debido en parte al fenómeno de El Niño.
Muchos países experimentaron intensas olas de calor. Sudáfrica por ejemplo, sufrió más de 10 olas de calor en diferentes áreas en todo el país y un poco más prolongadas de lo habitual. El 28 de octubre de 2015, en la localidad de Vredendal se rompió el récord de todos los tiempos al registrarse la temperatura máxima más alta, que se estableció en los 48,4°C.
Gran parte del mundo sufrió diversas sequías de media a larga duración, las cuales ocasionaron graves problemas y tuvieron importantes repercusiones en la producción agrícola y en la seguridad alimentaria. Los incendios arreciaron en muchos puntos del globo y España no fue una excepción. El alarmante Calentamiento Global que experimenta el mundo debido a los gases de efecto invernadero es una triste pero palpable realidad, que debe ser reconocida como tal y para la que se necesitan soluciones prácticas, tangibles y aplicables ya.
La temperatura media de la superficie mundial en 2015 rompió todos los registros anteriores por un amplio margen, que se situó en torno a los 0,76°C por encima de la media registrada entre 1961 y 1990, debido a la virulencia de El Niño y al calentamiento global antropogénico.
Más de lo mismo para 2016 El 2016 ya ha tenido un comienzo que podría calificarse de “ardiente” con temperaturas que en enero y febrero amenazaron con romper los records de registros mensuales en muchos puntos del hemisferio sur de nuestro planeta, al tiempo que en varios puntos del norte las nevadas se han retrasado. La extensión del hielo ártico marino que se controla de forma satelital ha registrado temperaturas anormales en los dos primeros meses de 2016 con tendencia al alza, de acuerdo con la NASA y la National Oceanic and Atmospheric Administration de EEUU.
Las concentraciones de gases de efecto invernadero son cada vez más significativas, llegando casi a alcanzar el umbral de las 400 partes por millón y la suspensión de partículas en el aire de algunas ciudades está convirtiéndose en un problema de salud de repercusiones mundiales.
Declaraciones desde la OMM “Hoy en día la Tierra ya es 1°C más caliente que al inicio del siglo XX, por lo que estamos a medio camino del umbral crítico de los 2°C. Los planes adoptados hasta ahora por las naciones tendientes a detener el cambio climático podrían no ser suficientes para evitar un aumento de la temperatura de hasta 3°C” dijo Petteri Taalas Secretario General de la OMM.
“Además de la mitigación, es esencial fortalecer la adaptación al cambio climático mediante la inversión en sistemas de alerta temprana de desastres, así como en los servicios preventivos de los problemas climáticos como la sequía, las inundaciones y la gestión de la salud por trastornos ocasionados por el calor”, subrayó el Sr. Taalas.
Preocupante aceptación Cada año que pasa las predicciones de que habrá inundaciones, tormentas extremas y fenómenos climáticos de la más diversa índole, dejan de ser una simple alarma para convertirse en tristes realidades.
Ya nadie se sorprende cuando mira en las noticias que un tifón apareció en las costas de tal o cual playa de nuestro país o de cualquier sitio del mundo donde tal evento era hasta hace unos años algo impensable. La cruel certeza de que el Cambio Climático está aquí y se quedará por mucho tiempo está comenzando a darse como algo “normal” y eso es muy preocupante, ya que en el momento en el que dejemos de combatirlo, será cuando nos gane la partida.
¿Aún estamos a tiempo? No hay ninguna duda de que aún es tiempo de hacer algo para al menos detener el avance del Cambio Climático y paliar sus consecuencias. Los riesgos más graves pueden reducirse mediante sistemas de gestión de alerta temprana para la salud, que proporcionen avisos oportunos a los decisores, a los servicios de salud y al público en general. Las sequías deben abordarse de forma proactiva, las inundaciones tienen que ser prevenidas con medidas eficaces y no con parches y ayuda a los damnificados después que han sucedido y lo mismo ocurre con las tormentas tropicales o los eventos extremos; la previsión puede salvar muchas vidas.