PUEBLO DE DIOS, PUEBLO DE PAZ
(Notas desarrolladas para la exposición y distribuidas después de la misma) OSVALDO L. MOTTESITexto: Salmo 34:11-14; Mateo 5:9 NVI
Introducción: 1. Hoy vamos a reflexionar a la luz de la Biblia, acerca del conflicto, aparentemente eterno, entre árabes e israelíes. La razón de esto es doble: 1) Este conflicto, de raíces no sólo políticas sino profundamente religiosas es, desde 1948, una amenaza constante para la paz mundial y 2) Existe una gran confusión entre el Pueblo de Dios sobre esta realidad. 2. Debemos comenzar afirmando enfáticamente que tanto israelíes como palestinos son pueblos con un origen común. No sólo por ser criaturas del mismo Dios. Mucho más. Sino porque los patriarcas o caudillos, líderes e iniciadores de ambos pueblos fueron medio hermanos. Del linaje de Isaac e Ismael provienen ambas naciones, Israel y Palestina. Ambos fueron hijos de Abraham. Isaac, cabeza de Israel, era el hijo de Sara, “la señora de la casa”. Ismael, líder genético y político de Palestina, fue el fruto de la relación de Abraham con Agar, quien era una de las esclavas de la casa. Gen cps. 16 al 21. 3. Esta historia de abuso de poder, celos, violencia doméstica y competencia dentro de una misma familia, se ha transmitido a través de los siglos en la historia. La historia de Abraham, Sara y Agar confirma que cuando anda mal la familia nuclear, anda mal toda la sociedad. Sus hijos, Isaac e Ismael, fueron cabezas de pueblos constituidos como enemigos hasta nuestros días. 4. Hasta el día de hoy, israelitas y palestinos viven en guerra continua. En 1948 Israel fue confirmado como un estado moderno con una geografía determinada. Ellos volvieron a su tierra. Los palestinos protestaron por ser desplazados de las tierras que habían habitado por milenios. Esto no hizo más que avivar la guerra entre ambos pueblos. Recuerdo cuando el 4 de junio de 1967 estaba a punto de volar de Atenas a Jerusalén, para visitar por primera vez Tierra Santa. Este era un gran sueño para mí. No pude concretarlo, pues en la madrugada del 5 de junio estalló la llamada “guerra de los seis días”. Los historiadores contemporáneos afirman que esa guerra la ganó Israel, pero hoy estoy convencido que realmente la perdimos todos. 5. Definitivamente creemos que todo pueblo o etnia tiene derecho a habitar en paz en la tierra donde se ha desarrollado. Y enfatizamos que esto es aplicable plenamente a Israel. Creemos que Israel mereció y merece habitar en su tierra. Pero los derechos de un grupo o pueblo no pueden jamás ejercerse a costa de los derechos de otros. Y este es el caso del pueblo palestino. 6. Todo esto nos ha llevado a sufrir esta guerra permanente por una tierra donde han surgido las tres grandes religiones monoteístas de la historia: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Tres religiones con el mismo origen: El Dios de Abraham Isaac, Ismael y Jacob. Las tres fueron y son religiones de amor y de paz. El problema, como con todo movimiento religioso -el que fuere- es el de los movimientos fundamentalistas que –sin excepción- todas las religiones producen. 7. Los cristianos/as palestinos han existido en la Tierra Santa desde el día de Pentecostés y han mantenido en alto fielmente la antorcha del cristianismo durante el transcurso de estos 2000 años. Si se llegase a realizar el programa de “limpieza étnica” propugnado por los fundamentalistas -sionistas judíos y cristianos- esto supondría la muerte y desaparición del cristianismo en la Tierra Santa. 8. Todo fundamentalismo político, religioso, cultural, étnico, de izquierda o de derecha es una experiencia enfermiza y enfermante. ¿Por qué? Porque los fundamentalistas -de la orientación que sean- se consideran siempre los únicos propietarios de la verdad absoluta. Y, por lo tanto entonces, el resto del mundo está totalmente equivocado. Un ejemplo: Entre los movimientos “Pro Vida” y por lo tanto en contra del aborto, los fundamentalistas colocan bombas, en clínicas donde se realizan abortos. Si están por la vida ¿cómo pueden procurar la muerte? 9. El fundamentalismo cristiano generó las persecuciones más terribles de otros cristianos/as por el crimen de opinar, pensar diferente. Como muestra sólo tres botones: A. El astrónomo y físico italiano Galileo Galilei fue condenado a cadena perpetua por afirmar, contra la teoría de la iglesia oficial: “e piur se muove” (la tierra se mueve). B. Miguel Servet, médico y teólogo español fue arrestado, condenado y quemado vivo por la dictadura ginebrina, verdadera inquisición protestante liderada por Juan Calvino, debido a que algunas de sus ideas no eran idénticas a las de la iglesia reformada. C. El movimiento hugonote, de protestantes intelectuales y progresistas de Francia, fue perseguido y aniquilado en la tristemente célebre “Noche de San Bartolomé”, donde miles por sus ideas fueron quemados. Es muy probable que por esta razón, Francia no sea hoy una nación predominantemente protestante. 10. Uno de los movimientos fundamentalistas más poderosos y activos de ayer y de hoy es el sionismo. La palabra sionismo proviene de Sión, que es un nombre alegórico que se ha dado históricamente en la Biblia a Jerusalén. Hay múltiples referencias bíblicas que hablan de Jerusalén como “la ciudad de Sión”. Los creyentes, judíos y cristianos, somos llamados en la Biblia “hijos/as de Sión”. Casi todo el territorio de Sión está hoy en poder de los israelíes. 11. El sionismo es un movimiento internacional judío que surgió a fines del siglo 19 con el propósito de lograr que los israelitas regresaran a su tierra y constituyeran un estado formal. Hoy es un movimiento mundial poderoso ideológica, económica y políticamente. Esto es posible debido al apoyo cuasi incondicional, por razones religiosas, pero especialmente de estrategia política internacional por potencias como los Estados Unidos de América. Podemos concluir que el sionismo es una forma peculiar de nacionalismo israelí. 12. Alrededor de 1990 comienza a usarse entre cristianos/as evangélicos de extrema derecha, es decir fundamentalistas, el termino sionismo cristiano. Este es fruto de una interpretación peculiar de la Segunda Venida de Cristo, cuando el Señor volverá con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos, a consumar la historia e instaurar su reino. A. Las principales tradiciones cristianas creemos y afirmamos esta enseñanza, pero muchos nos hemos opuesto a especular respecto al tiempo y, especialmente, a la manera exacta del retorno del Señor. Muchos creyentes no obstante han propugnado un plan más detallado de la Segunda Venida y creen que habrá un reinado de Cristo en la tierra de larga duración, el milenio, mencionado solo en el cap 20 del Apocalipsis, antes del juicio final. B. Sobre la teoría del milenio hay variaciones. Algunos creen que ese reinado ocurrirá antes de la venida del Señor a través de la iglesia, Estos son llamados posmileniales. Es decir que creen que la venida será después del milenio. Un grupo mayoritario de gran auge en los últimos 40 años entre evangélicos conservadores y en el pentecostalismo clásico, afirma que el milenio ocurrirá después del retorno de Cristo. Ellos son llamados premileniales. Pero existe otro grupo cada vez más considerable, que consideramos que 1) el cap. 20 de Apocalipsis es literatura muy codificada y por lo tanto fuente de solo teorías interpretativas al respecto; 2) que esta es una enseñanza no central, sino tangencial en relación con todo el mensaje del libro. Por ello, no nos inclinamos a creer en la realidad histórica futura de un milenio en relación con el retorno del Señor. A quienes así opinamos, se nos ha etiquetado como o amileniales. C. Lo más importante es que nuestra escatología es optimista: Creemos que Nuestro Señor Jesucristo reina y reinará. Pero no intentamos descubrir más detalles en cuanto a la gran celebración final. Es decir, cuales, cuando y como serán los detalles “del gran culto final”. 13. El sionismo cristiano fue surgiendo en el siglo XX a partir de una corriente de interpretación apocalíptica denominada dispensacionalismo premilenial. Esta sostiene -según su interpretación de la Escritura- que la Segunda Venida del Señor tiene que ver más con la restauración de Israel en los últimos tiempos, que con el rol de la iglesia cristiana. 14. El milenarismo en general es un tipo de teología cristiana tan antigua como el cristianismo. Pero la teoría de las dispensaciones milenaristas es reciente. Millones de creyentes, siguen en esto a sus líderes, aunque no comprendan bien sus ideas. Estas derivan en el sionismo cristiano. Es decir, el apoyo irrestricto al Israel de todos los tiempos, como el pueblo escogido para todas las épocas, hasta la consumación de la historia. EL CRISTIANISMO SIONISTA ESTÁ MARCADO POR LAS SIGUIENTES SEIS CONVICCIONES TEOLÓGICAS 1. Es necesario interpretar la literatura apocalíptica de la Biblia literalmente. Por lo tanto, los libros completos de Apocalipsis y Daniel, los caps 9 al 12 de Zacarías ; y los caps 4 y 5 de 1 Tesalonicenses son mensajes que se cumplirán literalmente en el futuro. Pero ocurre que la literatura apocalíptica es simbólica. Se escribió a través de visiones, sueños, ángeles, intérpretes, viajes al cielo, números simbólicos, tronos, bestias, etc., etc. Aún más, especialmente el Apocalipsis es literatura en código, para así procurar no ser considerada literatura subversiva por el enemigo poderoso. Y no hay que olvidar que su propósito no era ni es solo predecir el futuro, sino alentar y esperanzar a cristianos/as en medio de la persecución de ese tiempo. Por todo ello, para entender su mensaje original y eterno es necesario comprender: 1) quien escribió el libro; 2) a quienes lo dirigió originalmente; 3) qué situación particular atravesaban los receptores del texto, 4) y –a la luz d todo esto- qué nos enseña hoy a nosotros/as para nuestra vida diaria. La interpretación literal es una negación del carácter dinámico y siempre contemporáneo de la Palabra de Dios. 2. Por lo anterior, la visión que tienen los cristianos sionistas de la historia es pesimista. Esperan el desarrollo de una serie de guerras y tragedias, que señalarían el regreso de Jesús. El establecimiento del Estado de Israel, hecho ya ocurrido en 1948, la reconstrucción del Tercer Templo, el levantamiento del Anticristo (que primero fue la ICR, después el comunismo, y ahora un nuevo presidente de piel oscura), el incremento gradual de ejércitos dispuestos a atacar a Israel. Todo esto está entre los signos de la batalla final y el regreso de JC. 3. El juicio final caerá sobre las naciones según sea que ellas bendigan o maldigan a Israel. Esto, porque la antigua promesa: “Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan ¡Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra! Génesis 12:3 debe ser interpretada literalmente en todas las épocas. Por ello, el apoyo cristiano siempre debe ser total: político, económico, militar, moral y espiritual para el estado de Israel y el pueblo judío en general. 4. El pacto de Dios con Israel es eterno, exclusivo, y no será abrogado. Según esta interpretación, los judíos continúan siendo el pueblo elegido de Dios. No hay nada: ni en el tiempo, ni en la historia, ni en la condición espiritual de los propios judíos, que pueda alterar el favoritismo de Dios por el pueblo judío. 5. Israel tiene derecho divino sobre la Tierra Santa. Siempre les ha pertenecido y siempre les pertenecerá. Nada ni nadie podrá alterar este hecho. Jerusalén es la capital exclusiva de los judíos. El tercer templo judío debe ser reconstruido en su lugar original. ¡Tremendo problema: pues allí se alzan hoy las mezquitas musulmanas del Domo de la Roca y de Al-Aksa! Ellas son consideradas, después de La Meca y de Medina el tercer lugar más sagrado de los musulmanes. ¡Y claro!, todo esto ocurre porque los árabes -sin distinción alguna- son según los cristianos sionistas, los enemigos del pueblo de Dios. 6. Hay dos pactos distintos y paralelos en la Biblia. Uno con Israel que nunca será anulado. El otro con la iglesia, que será suplantado por el pacto con Israel. La iglesia es un mero “paréntesis” en el plan de Dios, y como tal cesará en la historia durante el rapto de la Iglesia . Pablo, quien creía en el retorno de JC en su misma generación exhorta lo siguiente: “Hermanos no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor. de ninguna manera nos adelantaremos a los que ya hayan muerto El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor para siempre” 1 Tesalonicenses 4:13-17. En este punto, Israel como nación será restaurada como el instrumento original y único de Dios en la tierra. El fin del mundo llegará pronto con la gran batalla del Armagedón, pero los cristianos y cristianas que apoyen a Israel sobrevivirán. NUESTRA FE CRISTIANA NOS ENSEÑA QUE: Seis Afirmaciones 1. Dios, creador y redentor, ama a todos lo pueblos por igual. Pablo en el areópago de Atenas: “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros, puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: De él somos todos descendientes” Hechos 17:24-28 2. Dios exige siempre que se haga justicia. Ninguna paz, ni seguridad, ni reconciliación duradera será posible sin cimientos de justicia. Las exigencias de Dios por justicia jamás desaparecerán. Son parte indivisible de su naturaleza y de su Reino : “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” Necesitamos abordar la lucha por la justicia insistentemente, empleando siempre, sin excepción, medios no violentos. Porque, “quienes a hierro matan, a hierro mueren” 3. La totalidad del territorio de Palestina e Israel pertenece a Dios, así como la tierra entera. Todos los seres humanos vivimos en ella de prestado, como extranjeros. Es Dios quien ha puesto en la Tierra Santa a los israelíes y a los palestinos. Nuestro deber es compartir la tierra y ser buenos mayordomos de ella. La ley del Levítico es clara al respecto: “La tierra no se venderá a perpetuidad porque la tierra es mía y ustedes no son aquí más que forasteros y huéspedes” Levítico 25:23 4. Las palabras proféticas de Miqueas tienen aplicación universal para todos los pueblos en toda situación :“Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia y humillarte ante tu Dios” Miqueas 6:8 5. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” es un principio global que hay que honrar y procurar. La regla de Oro es de aplicación universal. Jesús nos enseñó: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esta es la ley y los profetas” Mateo 7:12 6. La auténtica fidelidad a Dios nos obliga a trabajar por la justicia, la paz, el perdón, la reconciliación y la curación de las heridas. Aquí son decisivas las palabras de Jesús: “Ustedes han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. El hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman ¿qué recompensa recibirán” Mateo 5:43-46 Conclusión: 1. Según el libro de Los Hechos, el Espíritu Santo le aclaró muy bien a Pedro mediante una clara visión, que Dios ya no tiene favoritos entre las naciones del mundo: “Pedro tomó la palabra y dijo: Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación el ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia” Hechos 10:34-35 2. El apoyo incondicional a Israel hoy es fruto de una gran confusión escatológica. Esta confusión es fruto de la pedantería teológica y académica de hermanos y hermanas sinceros, que pretenden desentrañar matemáticamente todos los detalles de la revelación de un Dios que es -ante todo y sobre todo- misterio. Cuando sobre imponemos a un determinado texto bíblico interpretaciones que ignoran todo el resto del consejo de Dios, no sólo nos equivocamos. También irrespetamos -especialmente en cuanto a la escatología, es decir la enseñanza de las últimas cosas- la soberana voluntad del Creador. Según Jesús “ni aún los ángeles conocen el cuándo ni el cómo del retorno del Señor”. Mateo 24:26; Marcos 13:32. 3. El apoyo incondicional a Israel hoy no entiende ni valora la diferencia entre el Israel bíblico -el del pacto- y el Israel contemporáneo. El estado moderno de Israel no guarda el pacto con Dios, por tanto no tiene derecho divino sobre la Tierra Santa. La antigua promesa decía” “Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece” Ex 19:5. Y lo más grave del quiebre del pacto de Israel con Dios ha sido, es y será rechazar a Jesucristo su Mesías Redentor. 4. Más de una vez a Israel se le negó -por su idolatría, egoísmo y pecado- poder gozar el derecho divino de poseer la tierra prometida. Israel no manifestó amor, fidelidad y humildad permanente como nación. De esto da testimonio todo el movimiento profético del Antiguo Pacto. Por eso perdió Israel su derecho a la tierra. El exilio babilónico es un ejemplo acabado de esto. Por supuesto, esto no cancela el derecho humano -no divino- de Israel y de toda otra nación, de habitar en paz en una región geográfica. 5. Para concluir nos preguntamos ¿Cómo deben los cristianos y cristianas seriamente bíblicos tomar parte en este conflicto árabe-israelí? Hay razones bíblicas, algunas de las cuales hemos mencionado, y razones humanas para tratar a ambos lados con una justicia pública compasiva, como se hace y debe hacer en los casos de disputas entre otras naciones. En otras palabras, la Biblia no nos enseña que seamos parciales a Israel o Palestina, porque ambos pueblos no tienen derecho divino sobre la Tierra Santa. 6. Ambos pueblos, como todas las naciones de la tierra tienen, a pesar de su violencia y sus crímenes, EL DERECHO HUMANO de convivir en la Tierra Santa. Formar una confederación o federación de estados autónomos pero interdependientes. Compartir civilizadamente los lugares sagrados comunes a las tres religiones. Recordemos lo ya dicho: existen muchos cristianos y cristianas palestinos en Tierra Santa. Que estos dos pueblos que practican las tres religiones del mismo Dios, es decir Nuestro Padre, Yahvé/Jehová y Alá, sean ejempo de su amor y paz. 7. A nosotros/as nos toca orar y en lo que podamos, actuar. Orar, como lo pide la Biblia: “por la paz de Jerusalén”, pero también por la paz de Palestina. Que nuestra meta sea ver cumplida la profecía del salmista”: “El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia. De la tierra brotará la verdad, y desde el cielo se asomará la justicia. El Señor mismo nos dará bienestar (¡shalom!)” Salmo 85: 10-12. ¡Que así sea, iglesia! ¡Seamos dichosos/as, bienaventurados/as, porque procuramos y trabajamos siempre por la paz! Osvaldo L. Mottesi Iglesia Vida Nueva, Cary, NC Domingo 15 de febrero de 2009 |