PUERTO RICO: AVE FÉNIX DEL CARIBE
Borinquen: Isla de la EsperanzaEl ave Fénix, pájaro de la mitología griega, es -entre otros- símbolo por excelencia de la esperanza. Se consumía por acción del fuego cada 500 años, para resurgir de sus propias cenizas. A la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días. Al tercer día el pájaro ardía quemándose por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Según el mito, Fénix es tan fuerte que puede cargar elefantes. Sus cenizas son tan poderosas, que resucitan muertos. Se ha transformado hoy en símbolo de fortaleza y poder, purificación y resiliencia, para superar los problemas o situaciones difíciles de la existencia humana. Posee la virtud de que sus lágrimas sean curativas.
Puerto Rico, la bella Borinquen, resurge hoy entre las cenizas de la destrucción, como el ave Fénix del Caribe. A través de su singular y azarosa historia, no ha habido crisis -la que fuere- que haya logrado aplastarla para siempre. Ella encuentra en sus propias lágrimas curación para sus heridas. Puerto Rico es sin duda, la isla de la esperanza. Nuestra primera visita ministerial a Borinquen fue en 1970. Hace ya casi medio siglo. Desde entonces, todos los años Dios nos ha brindado -con la excepción de solo uno por razones de salud- bendecidas experiencias ministeriales allí. El año pasado habíamos visitado y ministrado en la isla en febrero y durante la Semana Santa. Teníamos compromisos contraídos para octubre, noviembre y diciembre… y llegaron en el mismo setiembre Irma y María, dos de los huracanes más destructivos de su historia. Al volver a Borinquen la última semana de junio, comprobamos la capacidad reiterada de recuperación de este pueblo amado. Vivimos allí momentos agridulces. La tristeza de contemplar tanta destrucción y a la vez la alegría de ver resurgir lo que se ama. En particular las iglesias cristianas están jugando un rol decisivo en todo este complejo y demandante proceso de reconstrucción de toda la vida nacional. Por encima de todo, confirmamos que Puerto Rico es la isla de la esperanza. Un verdadero ejemplo de confianza y tenacidad, esperanza y dedicación, especialmente entre el pueblo de Dios. Fuimos invitados por la Universidad Teológica ECHAM, una joven y creciente institución cristiana de extracción neopentecostal, para ministrar durante su Conferencia Anual durante la semana de graduación. Allí dictamos una serie de talleres para estudiantes y líderes congregacionales sobre el tema “Liderazgo, visión y misión”, y dimos el sermón en el solemne y ferviente acto de graduación. También predicamos los dos domingos de nuestra visita en iglesias relacionadas con esta universidad. Fue en todo sentido una experiencia inolvidable. Compartimos aquí algunas fotos de aquellos días recientes de servicio, en medio de este pueblo que tanto amamos. DEJAMOS PUERTO RICO CON LA CONVICCIÓN CIERTA DE QUE COMO EL AVE FÉNIX, BORINQUEN SE LEVANTARÁ DE ENTRE SUS CENIZAS, PARA UN FUTURO PROMISOR. ORAMOS Y NOS COMPROMETEMOS A HACER NUESTRA HUMILDE PARTE, JUNTO AL PUEBLO DE DIOS, PARA VER ESTA ESPERANZA HECHA REALIDAD.
|