El singular e irrepetible, excéntrico y alucinado Salvador Dalí (Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, Marqués de Dalí de Pubol: 11 de mayo, 1904, Figueras, Gerona, España - 23 de enero de 1989, ibidem), participó a los 14 años en una exposición de artistas de Figueras y recibió su primer premio. Conocido por su extravagante mostacho y sus impactantes imágenes surrealistas, Salvador Dalí es uno de los artistas más populares del siglo XX. En su madurez, se implicó con otras actividades “extra-artísticas” -a nuestro personal entender con propósitos publicitarios- que acrecentaron su popularidad. Realizó unas 1.500 pinturas, además de ilustraciones para libros, diseños y bocetos escenográficos, vestuarios, esculturas y trabajos para fotografía y cine. Es considerado con razón uno de los prominentes del surrealismo. Pero más que eso, creo que fue un ecléctico fenomenal y polifacético. Un creador que alternaba técnicas tradicionales con sistemas contemporáneos, obteniendo con ello un estilo inconfundible.
Entre sus obras más importantes se destaca ElCristo de San Juan de la Cruz (1951). Dalí utilizó un trapecista profesional como modelo para pintar a Cristo. Es importante señalar que Cristo no está herido ni está clavado a la cruz; no hay llagas ni heridas ni mucho menos sangre. Parece que flota junto a la cruz. Quizás -¡vaya uno a saber!- predominó en la mente creativa e imaginación alucinada de este catalán singular un sentido estético -histórica y bíblicamente inaceptable- para que Dalí eliminara todo vestigio de “la locura sacrificial de la Cruz”. ¡Qué lástima que no hemos podido preguntárselo!