TEMPLO BUDISTA ES INVADIDO POR LA MANIFESTACIÓN DEL PODER DE DIOS; MONJES TESTIFICAN
(Nepal) – El misionero cristiano Tyler Connell, quien dirige el Proyecto ekballo, se encuentra actualmente en las montañas del Himalaya en uno de los lugares menos alcanzados del mundo distribuyendo Biblias, orando por los enfermos, y predicando las buenas nuevas de salvación. Hace un mes, Tyler y su equipo viajaron a una aldea llamada Jhong, uno de los pueblos más altos de la región tibetana de Nepal. “Llegamos desesperados por descansar porque habíamos caminado muchas horas”, relató.Al llegar, se dividieron en grupos de cuatro y comenzaron a orar para que el Espíritu Santo los dirigiera a donde ir. El grupo de Tyler sintió caminar hasta el punto más alto de la aldea donde observaron ruinas antiguas que sobresalen por encima de ellos. En el momento en que llegaron a la colina, un monje apareció, sonriendo mientras se acercaba a ellos; los saludo en un perfecto inglés y los invito a entrar al monasterio. Tyler y sus compañeros se miraron con asombro y sintieron que el momento lo había propiciado el mismo Dios. Entraron en el monasterio y fueron recibidos por hombres y niños de todas las edades, que estaban estudiando, según testimonios del misionero se presentaron a todos diciendo: “somos seguidores de Jesús, servimos al Dios que es más grande que cualquier otro Dios. El monje a su vez le respondió que alguna vez había escuchado de Jesucristo en la India y Tyler aprovechó la ocasión para preguntarle si quería conocer a Dios a través del Espíritu Santo. El monje asintió y entonces el misionero y sus compañeros colocaron sus manos sobre él. Tyler relata “de pronto el poder y la paz de Dios descendió sobre todos, los ojos del monje se agrandaron, comenzó a dar pasos hacia atrás, y comenzó a reírse y sacudir la cabeza con incredulidad”. “Nos dijo que él nunca había sentido una paz o el poder de esta manera. Le predicamos y le entregamos una Biblia. Él nos insistió en que volviéramos, para que sus amigos monjes conocieran también de Cristo”, afirmó Tyler. Este magnífico suceso no termina aquí. Luego de salir del monasterio el monje Jems les dijo que al bajar se encontrarían con otros monjes. Efectivamente así sucedió y al encontrarse con un grupo de religiosos budistas les hablaron igualmente de Jesús, uno de ellos había sufrido un fuerte accidente tras un terremoto y tenía un dolor acentuado en su espalda. Tyler y sus compañeros le ofrecieron una oración para que fuera sanado y el milagro ocurrió, el monje estaba impactado por la sanidad que había recibido y manifestó que nunca había sentido tanta paz como la sentía en ese momento.
Nota del editor: La gloria y poder de Dios realmente no tienen límites. Su presencia y poder han de manifestarse en todo lugar y “sobre toda carne”, y muchos testificarán de la grandeza del todopoderoso. La iglesia primitiva lo confirma históricamente: “Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús” Hechos 19:17.